Aparte de lo dicho, que no es poco, el alcohólico, aunque rehabilitado, como él, ha de luchar constantemente, ¡toda su vida!, contra todas las contrariedades que se le presenten, sean del orden familiar, laboral, afectivo, etc., ya que si sucumbe ante ellas, puede recaer, lo que significará regresar al punto en que estaba cuando dejó el consumo. O lo que es lo mismo, echar a perder el terreno ganado al alcohol, lo cual significará tener que recuperarse de nuevo, desde el principio, algo que le costará. Y eso si lo consigue.
Pedir ayuda
«Cualquier contrariedad que tengas te puede poner a escasos centímetros del abismo –asegura Pepe–, por lo cual has de estar luchando constantemente contra tu mente. Y en este caso, la mente no te puede ganar. ¿Qué hacer, pues, llegado ese momento en el que ves que estás en peligro de una recaída, echándolo todo a perder? Pues pedir ayuda. No queda otra, porque igual tú solo no puedes…. Y si ves que es así, no lo pienses y llama».
Y Pepe la ha pedido recientemente. Se lo ha contado a su amigo Mica –fundador de Las Ovejas de Mica–, nos mandó una whatsapp a nosotros, seguramente habrá hablado con otras personas de su entorno o del trabajo… Y es que no es bueno que el alcohólico rehabilitado, en un traspiés que tenga, pretenda resolverlo solo.
¿Que qué le ha pasado? Pues que Pepe, recientemente, ha tenido un fracaso sentimental que le ha afectado bastante, y… ¡Ojo!, que una experiencia como la que está viviendo puede suponer un desequilibrio, y este empujarte hacia una caída al vacío, un volver a ser el que eras antes de rehabilitarte, una persona que para levantarse, equivocadamente convierte el alcohol en la muleta en la que trata de apoyarse para seguir andando, cuando realmente, si lo hace, se irá hundiendo más cada día. Por tanto, llegado a este punto, que no es otro que el de ir camino del precipicio, pide ayuda. Él, de momento, ha cambiado los hábitos, para, desde esta nueva perspectiva, combatir la ansiedad sin recurrir al alcohol, que sabe que está ahí, cerca de él, «y que en cualquier momento me puede llamar…»
«Por eso –dice–, ahora, solo, tengo que luchar contra mi mente para no volver al camino que abandoné hace años… He de hacerlo, y más siendo como soy: obsesivo, compulsivo e hiperactivo… Debo hacerlo porque soy mi propio enemigo, y aunque sea agotador, debo seguir luchando contra mi mente. Por eso he pedido ayuda, por eso me he puesto en contacto con Mica, por eso estamos hablando ahora los dos… Y por eso, también, estoy huyendo de la soledad del sofá, del lamentarme de la mala suerte que tengo, del ‘pobrecito de mí', del que ‘soy un desgraciado'… Estoy huyendo de la autocompasión, en pocas palabras. Porque eso no conduce a ninguna parte. Al revés, te hunde más, te pone más cerca de la botella, o lo que es lo mismo, del infierno. Por eso no quiero que los míos sufran por mí. Por eso también me refugio en el trabajo, donde mis compañeros conocen mi problema… Y así, con la ayuda de todos, me voy a auto convencer de que voy a salir de esta situación. Tampoco quiero obsesionarme, pero sí concentrarme en lo que me está pasando para impedir que vaya a más, ya que sé que al menor despiste me encontraré con una cerveza en la mano, o yendo a Son Banya a comprar unos gramos de droga. ¡O las dos cosas!».
«A los 13 años comencé a beber –recuerda–. A los 20, tras tontear con ella, caí en el mundo de la droga. Primero con la coca y luego con el caballo, o heroína. ¡Terrible!, sobre todo esta última. Tuve dos rehabilitaciones con Projecte Home… Por cierto, tengo entendido que la droga de los 80, la heroína, está regresando… Pues, ¡ojo!, porque pobre de los que caigan en sus garras. Por eso hay que huir de ella… Porque de los que se engancharon a ella en los ochenta, pocos siguen vivos. Y los que sobrevivimos, o bien han pasado por la cárcel por robar para abastecernos de la droga, pues no trabajamos, entre otras cosas porque esta no nos deja, o nos quedan secuelas que de algún modo nos afectan en nuestra forma de vida… Por eso, ¡huid de la droga y del alcohol!.... Pues, como digo, si caéis, eso, tarde o temprano, se traduce en cárcel, en destrucción de la familia y en deterioro de la salud física y mental. Y si no sabéis, o no podéis huir, pedid ayuda. El alcohólico, de por sí, es un solitario… Incluso la misma familia prefiere más ocultarlo, lo cual es hasta normal… Pues en ese caso, procurad no estar solos, y buscad la compañía de alguien que os pueda ayudar».
Brindar con agua
Pepe tiene un hijo de 23 años, al que no ve lo a menudo que quisiera. «En parte, la culpa de que eso pase la tengo yo. Pero voy también a cambiar, a hacer que nos veamos más, a convertirnos en amigos. Porque, ya digo, la culpa del distanciamiento ha sido más bien mía».
Por lo demás, tiene muy claro que en los tiempos de celebraciones que se avecinan, «a la hora de brindar, en vez de hacerlo con una copa con vino, hagámoslo con un vaso con un refresco. No queda otra. Y como digo, estar pendiente de tu mente, sin dejar que te venza. Y si te ves muy perdido, insisto: llama al amigo, al familiar, al acohólico rehabilitado, que posiblemente por haber sido como tú, te entenderá mejor que nadie, para que estén a tu lado».
A lo mejor, amigo lector, puede que seas un caso similar al de Pepe. Si es así, no pases la Navidad solo. Busca compañía, busca ayuda. Cuéntale lo que te pasa, que seguro que eso te ayudará, deteniendo tu camino hacia el abismo. Y brinda con agua.
9 comentarios
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Se sabe: el alcohol es un potente veneno cuando se rebasa la dosis que determina el límite con su parte placentera. Afortunadamente el cuerpo "avisa". Si no se sabe interpretar esa señal, conviene evitar la ingesta de alcohol. A beber se aprende: mucha precaución durante el aprendizaje...y también después.
Mucha fuerza, ánimo y a recuperar la vida perdida.
GusDe acuerdo. En cualquier caso le deseo lo mejor y ojalá nadie se enganchara a estas sustancias. Lo que si es muy preocupante en la actualidad es la facilidad de acceso a las drogas por parte de los jóvenes, no ya sólo de cannabis o alcohol, sino de drogas más duras, incluso de sustancias psicotrópicas para el tratamiento de enfermedades psiquiátricas. A su vez hay un incremento exponencial en el consumo de ansiolíticos y antidepresivos.
Gengis KanLe corrijo, consumía, está rehabilitado hace años, hemos visto su proceso y ha sido un ejemplo a seguir. Comenzó bebiendo alcohol y después enfermó de otras adicciones. Siempre tratar una adicción será más fácil que tratar seis, pero el mecanismo es el mismo, aunque dependerá mucho de la persona y de su predisposición a recuperarse. Si estás dispuesto a dejar una dejarás todas las demás por añadidura.
Gran batalla diaria la que lidian las personas rehabilitadas del consumo de cualquier sustancia que le ha llevado a la adicción. En el caso del alcohólico, más mérito tienen, puesto que en cualquier sitio al que vayas te puedes encontrar cualquier tipo de alcohol y la puedes liar nuevamente con facilidad. Es un reto diario. En el caso de otras drogas no es tan fácil encontrar la sustancia.
ArmandoTotalmente de acuerdo. El alcohol es lo peor y encima está socializado. El etanol intoxica el cuerpo, genera adicción e incluso trastornos psiquiátricos si se consume prolongadamente. El problema es que se puede conseguir en cualquier sitio y no está mal visto.
Cuando se leen esas cosas, es cuando uno se da cuenta de la riqueza que tiene. Servidor jamás ha fumado. Servidor jamás ha tomado drogas de ninguna especie. Y pese a que ya he cumplido mi primer medio siglo de vida, no tomo medicamentos de nada. Doy gracias enormes al Creador o al que sea. También puede que sea debido, inteligencia aparte, a que soy un "cobarde". Y antes de ingerir nada de nada, me documento. Por ejemplo. De porquim, nada de nada. Y suma y sigue. ¿Que soy un aburrido? Pues, si.
El alcohol es tan devastador para la salud de una persona cómo las otras drogas duras. Produce los mismos problemas sociales. Pero curiosamente se vende en todas las partes legalmente como si fuera agua mineral. Cosa que yo nunca llegué a entender .
Del artículo se deduce que este señor no es un mero alcohólico, sino un politoxicomano (consume otras drogas como cocaína y heroína). Cabe referir que no todos los alcohólicos consumen otras drogas. El abordaje de su tratamiento rehabilitador es mucho más complejo que si sólo consumiera alcohol.