Silvia y Nando, una vez casados, posan en el juzgado de Palencia, donde viven. | R.S.

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Silvia Salas y el actor Nando Torres, su compañero de vida a lo largo de los últimos cinco años, se casaron el pasado día 22 de los corrientes, tal y como nos adelantaron hace unas semanas, a raíz de la reaparición de ella en Tele 5, en el programa De Viernes.

La boda fue en el juzgado de Palencia, que es donde están viviendo desde hace una temporada, «entre otras cosas porque la calidad de vida en esta ciudad es muy buena y los precios en todo bastante más bajos que en Palma. Igual que las oportunidades de trabajo, que también son más» No les tocó la lotería, pero consideran que el premio que se han llevado tras compartir sus vidas, es lo mejor que les podía haber sucedido, sellar el amor que se profesan hasta la eternidad.

Se recasarán en Palma

Como decimos, fue una boda civil, con un juez y dos testigos, «dos vecinos nuestros», con unos novios que no vestían de novios al uso sino que llevaban las prendas que pueden ponerse cualquier día, «porque de novia –dice Silvia– me vestiré en Palma, cuando celebremos la boda con familia y amigos. Y él también se vestirá de novio. ¿Que cuándo será…? Posiblemente a principios de verano».

Tampoco asistió el hijo de ella, «pues estaba trabajando, lejos. Pero asistirá a la ceremonia de Palma», señaló Silvia. ¿Significa eso que regresan a Palma, para vivir?, le preguntamos. «No, vamos a Palma a celebrar la boda con la familia y los amigos, para hacer la fiesta, porque volveremos aquí, donde nos encontramos muy a gusto por lo que te he comentado antes. ¿Que si habrá viaje de novios? Por supuesto. Será después de la boda de Palma, e iremos a la Riviera Maya».

General Ricardo Ortega

Vecinos de la calle General Ricardo Ortega, sector todavía no remodelado, por lo cual es conocida por ellos como ‘la calle sin iluminar’, o por ‘la calle olvidada’ –esperemos que este sea el último año, pues en el próximo el Ajuntament tiene prevista su reforma– organizaron un pequeño pero bonito belén viviente, que instalaron en la tienda de José Manuel Duarte y su esposa, Lilí, conocida por Multiservicios L&M, y ante el cual desfilaron muchos de los que viven en dicho tramo de calle. La Virgen y San José son Magdalena y Pepe, también vecinos de Ricardo Ortega.

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Los vecinos, muy agradecidos al actual Ajuntament, arden en deseos de que la reforma sea una realidad en un par de meses, y así celebrar la próxima Navidad con la calle iluminada, y las aceras y la calzada completamente remozadas.

¡Todos al agua!

Recordaros, brevemente, que el día 1, primero de año, como no podía ser de otro modo, habrá ‘Primer baño del año’, y tendrá lugar en la playa de Can Pere Antoni, al final, frente al gran edificio, al lado del bar… Vamos, donde siempre.

Así que esperamos veros a todos, a partir de las 11 de la mañana. Quienes tengan intención de alargar la Nochevieja hasta bien entrada la mañana, que metan el bañador en el coche y se vengan a donde estaremos. Que todos seréis bienvenidos. Por eso, y porque cuantos más seamos, mejor.

Refrigerio después del baño

Por cierto, lo mismo que ha hecho en anteriores baños del 1 de enero, Ángel Cortés, de El Bula, además de gran repostero, se sumará a la fiesta con ensaimadas para los bañistas. Por ello, ¡muchas gracias, amigo!

MALLORCA. TRADICIONS. Preparados para el bano del 1 de enero.

Y otras dos cosas más. Una, que esperemos que Toni de la Mata, uno de los primeros bañistas desde que nos bañamos en el primer día del año –además de uno de los colaboradores más importantes que tiene el evento– se acuerde y traiga la mesa con el mantel, y dos: si alguien tiene dos coronas, aunque sean de cartón, que las traiga también, que con ellas coronaremos a los mejores bañistas, que los son todos, pero algo encontraremos para que, aunque por un pelín, sean más originales que los demás.

MALLORCA. FOTOGRAFIA. Ninos fotografos en la Ruta Fotografica. Preparados para el bano del 1 de ener

Nos preguntan que si pueden bañarse con bañadores de la época de nuestros bisabuelos… ¡Por supuesto que sí! Incluso de buzo, con escafandra si la tiene. Porque de lo que se trata es de pasar un rato divertido para, dentro de unos años, poder contarles a nuestros nietos «yo también me bañé el 1 de enero». Y es que la intención es que este baño perdure cuantos más años, mejor, y más habiendo superado tiempos difíciles, como el 1 de enero del año de la pandemia. ¡Todos al agua con mascarillas!

Pues lo dicho: nos vemos el lunes próximo, Año Nuevo, 1 de enero de 2024, en Can Pere Antoni, en bañador. ¡Ah!, y podéis traer el albornoz por si notáis fresco a la salida del baño.