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Poco importaba que el cielo amenazara tormenta o que mañana sea día laborable. La Confraria de Sant Sebastià, ha dado esta mañana el sus a los actos festivos de la Revetla de Sant Sebastià con el tradicional txupinazo en el Bar España, el Antic Can Vinagre. En mitad del Carrer dels Oms se han reunido centenares de personas que, bajo el lema avui sa festa és tot lo dia, avui tot Palma cremarà, han festejado por todo lo alto el comienzo de las fiestas del santo patrón de Ciutat.

A las 11 horas, en la barra del Bar España se servían más cervezas que cafés. Las coloridas banderolas que adornaban la calle parecían reflejarse en los pañuelos que los ‘cofrades' portaban en el cuelo. Poco a poco el ambiente se ha ido animando; el propietario del popular establecimiento, Mateu Martorell, ha salido al balcón y los presentes han jaleado su nombre. Poco antes de las 13 horas, frente al bar no cabía un alma. Ha comenzado a chispear y el despliegue de paraguas ha sido inmediato. Bajo la lluvia, el público se impacientaba y, para silenciar el tímido abucheo, ha comenzado a sonar la canción religiosa Tú has venido a la orilla.

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Al pasar frente al bar, los legos en la fiesta podrían haber interpretado el pregón de este año como un excéntrico adelanto de la Jornada Mundial de la Juventud. «Os veo, y veo a gente enferma. Buscáis el amor de Sant Sebastià. Sus revelaciones sanan. Sant Sebastià habla a través de mis hijas», expresó a través de los altavoces una voz similar a la de Aramis Fuster. Por el balcón de Can Vinagre han pasado toda clase de personajes; desde Enrique Iglesias, que ha interpretado Experiencia Religiosa, pasando por The Happiness, hasta llegar a Julio Iglesias que cantó Soy un truhán, soy un señor.

«Me encanta Sant Sebastià. Me encanta. Me gusta ver a todos mis hijos aquí reunidos. Os miro y veo a vuestras madres. Este año el txupinazo lo va a dar papuchi», expresó el incombustible artista. Finalmente, tras el lanzamiento del cohete, tuvo lugar el tradicional brindis con chupitos de anís del mono y cada grupo se dirigió a sus comidas de cofradías. Esta tarde la fiesta continuará con la clásica batalla entre la Peste y la réplica del brazo incorrupto Sant Sebastià, en la Plaça de Llorenç Bisbal.