Sam Asghari en un momento de la entrevista en una villa de Son Vida. | Pere Bota

TW
3

Mallorca ha llamado la atención de la industria cinematográfica internacional, y el actor, productor y modelo Sam Asghari se ha convertido en el último entusiasta de la Isla. Originario de Irán, se trasladó a Estados Unidos a los 11 años y, aunque cuenta con una importante trayectoria profesional, saltó a la fama por su matrimonio con Britney Spears. La cantante y el productor se divorciaron el pasado mes de agosto y Asghari ahora está centrado en sí mismo y en su carrera. «Es como cualquier otro matrimonio, a veces las cosas no funcionan y sólo le deseo lo mejor», asegura en una villa de Son Vida.

Esta semana, tras una estancia en Dubai en la que ha colaborado con la empresa inmobiliaria y promotora Selling Sunset Mallorca, Sam llegó a Mallorca en un ambiente de contraste: «Fue como la noche y el día, la transición de la acelerada escena de Dubai a Mallorca fue increíblemente reveladora». «Ambos lugares tienen su encanto, pero Mallorca me ha devuelto a la realidad y a la sensación de calma», admite el modelo.

Nuevas oportunidades

Asghari, que en marzo cumplirá 30 años, quiere centrarse en el mundo del cine. En colaboración con el cineasta y productor estadounidense Joe Q. Bretz, de psychodelux.media, con sede en Mallorca, ha explorado oportunidades y mantenido reuniones con personas como Mike Day, director general de Palma Pictures, entre otros, y ha expresado su entusiasmo e interés por la floreciente industria cinematográfica y televisiva de la Isla: «Siempre he querido venir aquí y comprobarlo por mí mismo. Palma Pictures cuenta con el equipo adecuado, un gran estudio y un gran equipo, así que podemos ver muchas opciones aquí y en otros lugares de España. Las oportunidades en este país son infinitas».

PB0902240018597.jpg
El modelo durante la entrevista.

Tras haber desempeñado un papel en la serie de Paramount+ Special Ops: Lioness, rodada parcialmente en Mallorca, Asghari ha podido apreciar de primera mano el potencial de la Isla. Con grandes esperanzas puestas en la segunda temporada, sigue deseando ampliar su presencia en las oportunidades de entretenimiento en Mallorca: «Definitivamente primero soy actor, pero creo que los actores también deberían ser guionistas y productores, así que en eso estoy trabajando».
Al margen de su faceta profesional, Asghari es un comprometido defensor de los derechos de los animales y ha colaborado con organizaciones como PETA. Ahora tiene previsto apoyar a organizaciones benéficas locales dedicadas a los animales en Mallorca con grandes planes en un futuro próximo.

Identidad

Su herencia persa sigue siendo parte integrante de su identidad y alimenta su pasión por la defensa de los derechos humanos y el fomento del entendimiento cultural. Aunque es consciente de los retos a los que se enfrenta la industria cinematográfica iraní y de las limitaciones sociales, Asghari sigue siendo optimista sobre el potencial del país para un cambio positivo. «Me crie a medias en Teherán y luego en Estados Unidos, y fue una bendición poder haber vivido mi vida en dos culturas muy diferentes. No mucha gente puede decir que procede de extremos completamente opuestos del mundo en lo que se refiere a cultura, política y libertad».

«Los persas eran grandes defensores de los derechos humanos. Ver que ahora se está produciendo todo lo contrario bajo un gobierno totalmente injustificado, es algo que me preocupa. Pero es inspirador ver cómo crece el movimiento para recuperar la libertad en Irán», reflexiona el productor. Y es que el modelo quiere aprovechar su proyección pública para poner el foco en la situación actual de Irán. «La historia de Mahsa Amini dio visibilidad a lo que ocurre. Mi cultura es demasiado rica, con demasiada historia y demasiado densa para ser suprimida. Así que eso es algo que Occidente ha visto y esto ayuda a la causa que acabará ganando. Hago todo lo que puedo para ayudar», remarca el artista. A través de sus redes sociales, con casi tres millones de seguidores en Instagram, difunde un mensaje sobre el rico legado de la cultura persa que, asegura, contrarresta con las narrativas de los medios de comunicación occidentales.

El objetivo de Asghari es crear oportunidades de empleo, defender su patrimonio y continuar con sus campañas en favor de los derechos de los animales, además de contribuir al futuro de la cultura en Mallorca. Un futuro se presenta más brillante que nunca para Sam.