Constantin Schleswig-Holstein, acompañado por su madre, la princesa Elisabeth de Lippe-Weissenfeld. | Pilar Pellicer

TW
9

Una boda generó este sábado una gran expectación en Sóller. Sobre las 15:00 horas la entrada de la parroquia de Sant Bartomeu se empezó a llenar de gente, un ambiente que demostraba que algo importante iba a pasar: nada más y nada menos que una boda vinculada a la realeza. Constantin Schleswig-Holstein y su ya esposa, Sophia von der Schulenburg, se dieron el ‘sí, quiero’ en una romántica ceremonia. Constantin llegó de la mano de su madre, la princesa Elisabeth de Lippe-Weissenfeld, en este día tan especial que estaba marcado por una importante ausencia: la de su padre, el príncipe Christoph de Schleswig-Holstein, fallecido el pasado 27 de septiembre a los 74 años.

El noble alemán fue el jefe de la Casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, conocida como Casa de Glücksburg; titular del Ducado de Schleswig-Holstein y Duque de Glücksburg. Tras su fallecimiento su hijo mayor y hermano de Constantin, Friedrich, se convirtió en el jefe de la familia Glücksburg, a la que han pertenecido, entre otros, el rey Carlos III, la reina Margarita de Dinamarca y el rey Harald de Noruega. La novia, Sophia, también tiene vinculación con la nobleza al tener el título de condesa y pertenecer a la familia alemana Von der Schulenburg.

Ph01062433-26.jpg
La novia, en su llegada a la parroquia de Sant Bartomeu.

La celebración estuvo marcada por el protocolo y los invitados lucieron elegantes trajes y vestidos, acordes a la relevancia del evento. El novio escogió para la ocasión un traje chaqué con pantalón gris estampado de rayas, camisa blanca, chaleco en azul claro y corbata en tonos rojizos. Por su parte la novia, que llegó a bordo de un Fiat 500 de época, lució un original vestido con manga corta abullonada, escote cuadrado, espalda abotanada, larga cola con bordados y corona. Tras la ceremonia religiosa el matrimonio, acompañados por sus familiares y amigos, continuaron con la fiesta.