Pizzas en una línea de producción industrial. | Efe

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Tres de cada cuatro pizzas refrigeradas y congeladas de venta en los supermercados suspenden el estudio de salubridad realizado por la organización de consumidores OCU, en su mayoría, debido al exceso de sal y al elevado aporte de grasas saturadas, ha informado este lunes en un comunicado. Se trata del estudio de escala saludable, realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en el que han analizado un total de 118 pizzas refrigeradas y congeladas de venta en los supermercados.

El análisis observa la composición nutricional prestando especial atención al nivel de grasas saturadas, azúcares y sal y al grado de procesamiento y los aditivos presentes. Los peores resultados, han destacado, son para las pizzas barbacoa, las de queso y las de jamón y queso, pues una ración de estas pizzas de 200 gramos incorpora de media el 50 % de la sal diaria recomendada, una «barbaridad» a juicio de la OCU.

La organización ha añadido que se trata de un alimento «bastante calórico»; contiene 476 kilocalorías por 200 gramos y con «demasiadas» grasas saturadas, 4,2 % de media, por encima del límite recomendado del 3,5 %. Otro de los problemas que ha revelado el estudio es el «elevado» grado de procesamiento; según el informe, «no es raro» encontrar pizzas con diez o más aditivos, entre los que hay muchos superfluos, como los colorantes, espesantes y gelificantes, han detallado.

Como excepción, la OCU ha puesto el ejemplo de las pizzas vegetales, categoría en la que 17 de las 25 pizzas analizadas consiguen una calificación «al menos aceptable», han indicado. La organización de consumidores ha recomendado hacer un consumo ocasional de este tipo de productos que, por lo general, son alimentos «demasiados salados» con un «alto» contenido en grasas y pobres en vegetales, han concluido.