Pedro y Elena, expertos en la disciplina, nos contaron lo que se debe hacer para iniciarse en esta modalidad. | Click

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La calistenia es un conjunto de ejercicios físicos en el que el único peso que se utiliza es el del cuerpo de quién lo práctica. Es decir, el propio peso corporal como indica su etimología: Fallos (belleza) y Sthenos (fortaleza). Esta disciplina se practica generalmente en espacios al aire libre, como parques públicos o, en el caso que os contamos, en la parte exterior de MegaSport.

En el gimnasio a diario se ejercitan un grupo de socios, de forma voluntaria, bajo la mirada atenta de dos instructores: Pedro Moreno, con cuatro años de práctica aunque en lo de ejercitar su cuerpo lleva bastantes más, puesto que procede de la gimnasia deportiva, y Elena Salom, con ocho años de experiencia.

Apta para todos

Por lo que nos cuentan, y lo que vemos que hacen sus alumnos y luego ellos, el primer requisito para practicar calistenia es muy simple: querer practicar calistenia, y el segundo, pese a las dificultades que pueda entrañar su práctica –muy complicada para quién está a punto de iniciarse–, es que hay que hacerlo desde el inicio teniendo en cuenta las posibilidades de cada uno, pues todos podemos practicarla, pero poco a poco, arrancando desde lo más elemental, con ejercicios fáciles –que incluso se pueden hacer en casa–, adaptados a la edad, estado de forma y, sobre todo, ejercitándonos sin prisas pero con constancia.

El único peso que se utiliza en calistenia es el del propio cuerpo, algo que queda claro en esta postura que consigue Pedro.

Ejercicios que harán a la persona ganar músculo y fuerza muscular, fundamentales para enfrentarse a otros de mayor dificultad, ya sean estáticos o en movimiento. ¿Qué hoy no sale, o no sale como pretendemos? Paciencia. Saldrá mañana. Y si nos impresiona ver lo que es capaz de hacer el otro,    hay que pensar que esa persona también empezó como nosotros. Así que, a base de ejercitarse, podemos llegar a ese nivel.   

Lo que percibimos

Por tanto, si nos mentalizamos así, trabajar solo con nuestro peso corporal, ¡adelante! La edad es lo de menos, igual que la inexperiencia. Si vamos dando los pasos que nos indican, y vemos que los superamos, nos engancharemos y a partir de ahí iremos progresando, ya que iremos notando que nos vamos adaptando muy bien... Aparte de que enseguida también percibiremos que con los ejercicios que hacemos iremos adquiriendo fuerza, resistencia, flexibilidad y velocidad, además de quemar grasa,    lo que se traducirá en que adquiriremos fortaleza y estética. Y aparte de eso, que no es poco,    la calistenia también favorece la prevención de lesiones, a veces tan comunes en deportistas.

Como decimos, esta disciplina es para practicarla al aire libre. En Palma, y en algunas localidades de Mallorca, hay parques –o playas próximas– que cuentan con   los elementos fundamentales para ejercitarse. Y si no los hay, pues ya va siendo hora que los ayuntamientos de la Isla los instalen. Porque una vez que se dispone de los aparatos, después ya depende de cada uno.

Elena haciendo dos ejercicios –barra y suelo– que rozan la perfección. Naturalmente esa técnica se consigue a base de ir poco a poco, practicando mucho, y no desanimándose si cuesta. Porque con constancia y esfuerzo todo llega.

Eso sí, recomendamos dar los primeros pasos en calistenia con alguien que nos aconseje y explique cómo hacerlo. Porque si lo intentamos solos, igual viendo que no podemos hacer lo que hacen otros ya más que iniciados,    nos desanimamos y lo dejamos.

Lo intentamos

Lo probamos el otro día y, la verdad, puede que lo sigamos intentando. Nos divertimos, sudamos de lo lindo y, efectivamente, notamos esa sensación agradable por hacer algo nuevo, producto de un ejercicio que nunca habíamos hecho, o nunca lo habíamos hecho del modo cómo se hace ahí, en el que el cuerpo de cada uno es el peso que se mueve o que se levanta.

Porque como muy bien dijo Elena, es un deporte perfecto para cualquier tipo de público, ya que todos los ejercicios permiten una adaptación según el nivel, condición física y edad de quién lo practique señalando, además, que es un deporte al que se tiene que ir sin miedo, pero con ganas. Y trabajando al nivel de cada uno podemos ver de lo que es capaz de hacer nuestro cuerpo, hasta dónde puede llegar, eso sí, sin prisas y con método. Por eso, seguiremos probando, ya que esta no será la última vez.