Imagen de la obra artística, rodeada de suciedad. | Click

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Más de lo mismo y nos referimos a que los vecinos de la calle General Ricardo Ortega, de Palma, siguen esperando a que comiencen las obras. Se les echa el verano encima y las cosas siguen igual de mal -mal y encima empeorando- en el trecho de calzada que quedó por arreglar y que en uno de los último plenos de Cort de 2023 se aprobó reformar. ‘¿Para cuándo?’, se preguntan cuando pisan la calle y se encuentran con las aceras cada vez en peor estado, los árboles envejecidos, la raíces de estos rompiendo los alcornoques que los rodean en los que, además, crecen matorrales... También hay ratas saliendo y entrando por algunas de las alcantarillas, poca luz, y encima amarilla por las noches, y sin ORA, por lo que es imposible aparcar. ¡Ah!, y viendo policías de vez en cuando. En fin, que si ponen el grito en el cielo, no les falta la razón.

La escultura de Guido

No estaría de más proteger según qué esculturas, sobre todo las que vemos en las calles y plazas. Y es que al no tener protección de ningún tipo, ni siquiera una sencilla valla a su alrededor, se quedan en estado permanente de peligro. Pues igual pasa alguien por su lado, se sienta en ellas, se saca el bocadillo de la bolsa y se lo come allí, dejando los restos del papel que lo envuelve y la lata de refresco o botellín de agua que se bebe. O igual a alguien le da por pintar o escribir algo en ellas. Por otra parte el tiempo, o mejor, sus inclemencias como el sol y la lluvia, van originan un desgaste. A todo esto se suma la mugre que se va acumulando con el paso de los años, ya bien haciendo desaparecer el nombre del artista que la esculpió, ya bien grafiteándola como ha ocurrido con algunas…

Necesita más atención

Sacamos a colación este tema porque la otra tarde, pasando por delante de la escultura Águilas que se puede ver en la plaza Alexandre Jaume cerca de la Porta de Sant Antoni, un lugar más de paso que para la contemplación, nos dio pena ver el estado en el que se encuentra: sucia, con desechos a su alrededor, sin que se vea el nombre del artista Guido Dettoni.

Otra chapuza

En las Avenidas, a pocos metros de la esquina de 31 de Diciembre, casi enfrente de una gran pintada que hay en una pared, vemos en el suelo una tapa tipo ‘tabla de surf’. Es decir, una tapa de hierro que si la pisas notas que se mueve y que se puede hundir. Pues bien, mantenimiento ha colocado sobre ella un plástico con rayas rojas y blancas advirtiendo del peligro, cuando pensamos que lo suyo hubiera sido cambiar la tapa por otra que no se moviera.

Para colmo, cuando estamos haciendo la fotografía, vemos que un tipo en un patinete pasa por nuestro lado zigzagueando a fin de evitarnos. Otro patinete sobre la acera, que mientras no se demuestre lo contrario, es territorio exclusivo del peatón lo que, de unos años a esta parte, parece que no es así. ¿A dónde vamos a llegar, si nadie pone coto a esto?

Tarde de arte

Si quieres pasar una tarde entretenida entre pintura y música, apúntate en la agenda la del próximo viernes, día 21. ¿Que por qué? Porque ese día, en el Museo de Sóller, la artista Sara Quetglas, bajo la denominación de Introspección -pues así se denomina la colección- presentará sus últimos trabajos de pintura en los que combina distintas técnicas con volúmenes y cristales pequeños de diferentes colores. También la artista reunirá trabajos realizados con anterioridad, a fin de que los visitantes que no conozcan sus trabajos previos, tengan la oportunidad de hacerlo y así poder ver su recorrido creativo. También en el día de la inauguración, Quetglas mostrará una obra hecha en colaboración con el artista Lucio Sanz.

Además de conocer lo último de Sara, los asistentes a esta inauguración podrán deleitarse con la música en directo a cargo del Dúo Cheliano, formado por Javier Sánchez (piano) y Miguel Correa (chelo), y tomarse una copa de buen vino, de Vins Nadal, la bodega mallorquina ubicada en Binissalem. ¿Entendéis porque os decimos que os reservéis la tarde noche del viernes? Pintura, acompañada de música en directo y buen vino.

La exposición podrá verse hasta el próximo día 7 de julio en horario de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y los sábados de 11.00 a 13.00 horas. En el caso de no poder asistir en esas horas, se puede consultar con el museo y la artista para verlo en otro horario. Y es que en esta vida, todo es posible.