Momento del 'primer toc de fabiol' en la casa del 'caixer senyor' de Ciutadella. | Gemma Andreu

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Un emotivo primer toc de fabiol ha hecho estallar la fiesta a las dos de la tarde. Sebastià Salort ha hecho sonar puntualmente el tambor y el fabiol en Can Salort en un acto multitudinario marcado por una fresca jornada, sobre todo a primera hora, con un tiempo más propio del otoño. No era ni el mediodía, cuando faltaban más de dos horas por el primer toque, y frente a la casa del caixer señor, en la calle Major des Born, ya se concentraba una gran multitud, la mayoría jóvenes que esperaban que empezara el primer acto de las fiestas de este año. No han faltado los tradicionales cánticos, desde el 'Pom, pom, no lo oís….' hasta un 'Un senyor damunt un ruc', y al grito de Ciutadella, Ciutadella, un gentío esperaba con ansia la llegada del fabioler.

A la una y media han abierto las puertas de Can Salort. Justo antes habían entrado las autoridades encabezadas por la presidenta del Govern, Marga Prohens, el presidente del Consell, Adolfo Vilafranca y la alcaldesa, Juana Mari Pons, acompañados por el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. Inmediatamente la planta baja se ha llenado hasta los topes para poder ver de cerca el esperado Primer toque de fabiol, que diera por empezadas las fiestas de San Juan. Se notaba que ya faltaba poco. Los cánticos sanjuaneros seguían y afloraban los nervios tanto alrededor de caso caixer senyor como en la Plaça Nova donde numerosas personas seguían el transcurso de la fiesta a través de la pantalla gigante.

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Sebastià ha llegado a la calle Major des Born a falta de cinco minutos por las 14 horas. La multitud que se concentraba ante la puesta del señor ha hecho pasillo y el fabioler ha podido pasar sin problemas.

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Ya dentro, el fabioler se quitó la guindola y subió las escaleras. Allí le esperaba el caixer señor, Carlos de Salort Pons, acompañado de su padre, su madre y su hermana. Sebastià ha mirado varias veces el reloj, y ha tomado la palabra: «Buenas tardes, señor caixer. ¿Me daos permiso para empezar el repliegue?». Carlos de Salort ha respondido: «Buenas tardes, Sebastián. Sí, tienes mi permiso, puedes empezar» y Sebastià ha exclamado: «Así lo haré». El fabioler se ha puesto la guindola y puntualmente a las dos ha hecho sonar el tambor y el fabiol, ante el estallido de todos los presentes que celebraban al grito de 'Ciutadella, Ciutadella' o 'sí, sí, sí Sant Joan ja està aquí'».

Sebastià ha bajado las escaleras de Can Salort, ha salido de la casa señorial a pie y ha vuelto a subir a la somereta, encarrilando hacia la plaza de la Catedral mientras la multitud le daba paso, para empezar a dar primero la vuelta de aviso y después el repliegue que debe llevarle hasta el Caragol des Born.