Baaldo y Pepa Charro, este viernes, sobre el escenario. | Pere Bergas

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Con la alegría, la libertad y el amor en el punto de mira, y haciendo gala de su inconfundible estilo verbenero, este viernes por la noche el Bar Flexas hizo diana de nuevo. Miles de personas se reunieron en el Parc de la Mar para celebrar el vigésimo aniversario del emblemático bar palmesano, dirigido por Xavi de las Heras y Pepa Charro, la Terremoto de Alcorcón, en una de las fiestas más esperadas del verano. El nombre de la fiesta podía llevar a la confusión: el Last Dance no fue la fiesta definitiva del bar, pero sí pudo ser la última tal y como la conocemos.

La del Flexas es una celebración para todos y, como manda la tradición, niños y niñas fueron los primeros en poblar el escenario en el Flexas Kids, que comenzó con algo de retraso. Tras el reparto del atrezzo, los críos participaron en una exhibición de talentos. No faltó la academia de baile The Royal Factory, cuyos grupos infantiles The Royal Kids y Wildness, así como el conjunto adulto Scandalous, hicieron bailar al público al ritmo del hip hop.

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A medida que oscurecía se animaba el ambiente. En los carteles de las barras de bebida -una pieza fundamental en financiación de la fiesta-, se podía leer Tengo una contradicción con mi cuerpo, en homenaje a Fernando Estrella, artista, cocinero y cofundador del Flexas y del grupo Peor Impossible. La irregularidad del pavimento no impidió que el numeroso público reunido a los pies de la Seu bailase y vibrase al ritmo de artistas y drag queens como Angelita la Perversa, Baaldo, Eduardo Navarrete, Futurachicapop, García Picasso, Manel Dalgó, Gina Vagina, Negre, Meneo, Roma Von Cis, Roberta Fauteck, Rocío Saiz, Papa Topo o Venedita Von Däsh.

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Con la medianoche llegó uno de los momentos más esperados, la salida de los artistas internacionales sorpresa, que no fueron desvelados hasta el último instante. Las primeras en saltar al escenario fueron las Nancys Rubias, el grupo liderado por Mario Vaquerizo, recibidas con una ovación por el público, que estalló con la traca final, la triunfal entrada en escena de Samantha Fox, con Scandalous bailando al son de sus temas más míticos. Como mandan los cánones, la noche se cerró cerca de las tres de la madrugada, con el himno de Donna Summer sonando por el altavoz.