Un momento del concierto a cargo de la Simfònica. | Pilar Pellicer

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Las notas musicales de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears recorrieron un año más cada uno de los rincones de las Bodegas Macià Batle, con sede en Santa Maria del Camí, que este sábado por la noche se convirtieron en el escenario del undécimo Concert de la Lluna a les Vinyes, un recital con un marcado espíritu solidario; todo lo recaudado en esta esperada cita del verano mallorquín, que reunió a cerca de un millar de personas y contó con la participación de un nutrido grupo de voluntarios -una pieza indispensable para su desarrollo-, se destina a la ONG mallorquina Amics de la Infancia, para financiar sus proyectos en India, Perú o Bolivia, donde apoya a niños y niñas en situación de pobreza.

Ahora bien, en un entorno privilegiado como las viñas de Macià Batle, la música no podía maridarse con otra bebida que no fuese la resultante de la vid. Antes del arrancar el concierto, los presentes pudieron disfrutar del Blanc de Blancs, premiado este año con el Baco de Oro; de su emblemático tinto 1986, así como del rosado Margalida Llompart. El buen vino debe acompañarse con un bocado a su altura. Y así sucedió.

El público degustó un tast de productos locales, por gentileza de las empresas colaboradoras en el evento. De esta manera, la cena estuvo compuesta por las deliciosas tapas de Turquesa Catering; los frutos secos de Almendras Capó y las tradicionales galletas Quely; los llonguets con sobrassada de Can Company; la original propuesta del restaurante Can Pintxo, que ofreció un sope mexicano de porc negre, mole poblano y espuma de aguacate; los ricos quesos Mahón-Menorca Denominación de Origen de Mercadal; la repostería de Ca Na Teresa; los refrescos de Coca-Cola y, como nota dulce, los helados de Gelats Sóller.

Las puertas de las bodegas se abrieron a las 20.30 horas y, una hora después, arrancó el recital. Bajo la batuta de Pablo Mielgo, y con Smerald Spa- hiu como solista, la Simfònica interpretó un repertorio compuesto por algunas de las obras más emblemáticas del reconocido compositor de bandas sonoras John Williams, autor de la música de clásicos inolvidables como Tiburón, E.T., Indiana Jones o La Guerra de las Galaxias. Con todo, la de este sábado fue una auténtica noche de cine.