Pacientes de Alzheimer. Fotografía de archivo. | Redacción Local

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El Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha rechazado la autorización de comercialización del fármaco 'Leqembi' (lecanemab), destinado al tratamiento del Alzheimer, por sus efectos secundarios. Lecanemab es un tratamiento de Eisai y Biogen que, hasta ahora, se consideraba uno de los más esperanzadores contra el tratamiento del deterioro cognitivo leve en las primeras etapas del Alzheimer.

En concreto, es un anticuerpo anti beta-amiloide (AB), una proteína clave que se acumula en el cerebro de personas con Alzheimer. Con todo, el comité de expertos de la agencia europea ha considerado que el efecto observado de 'Leqembi' en el retraso del deterioro cognitivo no compensa el riesgo de acontecimientos secundarios graves asociados al medicamento, en particular la frecuente aparición de anomalías de imagen relacionadas con el amiloide, que implican hinchazón y posibles hemorragias en el cerebro de los pacientes.

La EMA comenzó en enero de 2023 el proceso de revisión de este fármaco. Los resultados del estudio 'Clarity AD' de fase III, publicados en la revista científica 'The New England Journal of Medicine' en noviembre de 2022, mostraron que el fármaco redujo un 27 por ciento el deterioro cognitivo leve en personas con Alzheimer a los 18 meses de tratamiento. En el estudio participaron 1.795 personas con formas tempranas de la enfermedad. Al grupo de tratamiento se le administró una dosis de 10 mg/kg dos veces a la semana de lecanemab, y los participantes fueron separados en grupos de igual número para recibir placebo o lecanemab.

A partir de los seis meses, en todos los puntos temporales, el tratamiento mostró cambios altamente significativos desde el punto de vista estadístico con respecto al punto de partida, en comparación con el placebo. Además, el fármaco también redujo los niveles de amiloide en el cerebro, medidos mediante tomografía por emisión de positrones (PET), en comparación con el placebo, a los 18 meses de tratamiento. En Estados Unidos, lecanemab obtuvo la aprobación acelerada como tratamiento del Alzheimer el pasado 6 de enero de 2023. Ese mismo día, Eisai presentó a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) una solicitud para su aprobación por la vía tradicional basada en los resultados del estudio, que tuvo lugar en julio de este mismo año.

Por otro lado, una investigación publicada en la revista científica 'Neurology' en 2023, que analizaba 31 ensayos clínicos, advirtió de cambios en el volumen cerebral con distintos tipos de fármacos antiamiloides contra el Alzheimer, entre los que se encontraba el lecanemab. Este estudio también relacionaba el encogimiento cerebral con un efecto secundario más conocido de los fármacos, el edema cerebral, que no suele tener síntomas. Según esta revisión de estudios, los participantes en dos grandes ensayos de lecanemab con la dosis más alta del fármaco, que es la aprobada en Estados Unidos, registraron de media una pérdida de volumen cerebral un 28 por ciento mayor en relación con el placebo al cabo de 18 meses.

Los autores también comprobaron que los anticuerpos como lecanemab provocaban un aumento del tamaño de los ventrículos cerebrales, lo que indicaba que se estaban llenando de líquido. En concreto, en las personas que recibieron la dosis de lecanemab aprobada, su tamaño aumentó un 36 por ciento más que en las que tomaron placebo. «Los anticuerpos monoclonales causaron alrededor de un 40 por ciento de aceleración al agrandamiento del ventrículo lateral, que es un marcador clásico de la neurodegeneración. Esto solo se observó en los fármacos que inducían anomalías de imagen relacionadas con el amiloide, y hallamos una sorprendente correlación entre la frecuencia de estas anomalías y el grado de agrandamiento del volumen ventricular», señaló entonces el líder del estudio, Scott Ayton, en declaraciones a 'MedPage Today'.

Cuando se publicaron los resultados del estudio en noviembre, Raquel Sánchez-Valle, jefa de Servicio de Neurología del Hospital Clínic de Barcelona, ya señaló que un 21,5 por ciento de los tratados con lecanemab presentaron alguna de las alteraciones en resonancia magnética que se han relacionado con anomalías de imagen relacionadas con el amiloide, frente a un 9,5 por ciento en la rama placebo. Meses antes, en noviembre de 2022, 'Science' también describió la muerte de una voluntaria del ensayo del fármaco a causa de una hemorragia cerebral masiva, la segunda producida en el estudio con lecanemab.

La mujer sufrió un derrame cerebral y fue tratada con un anticoagulante, que provocó una hemorragia. También tenía angiopatía amiloide cerebral (AAC), una enfermedad en la que el músculo liso de las paredes de los vasos sanguíneos del cerebro se sustituye gradualmente por depósitos de amiloide. El lecanemab se dirige al amiloide y, según los expertos en AAC, su uso probablemente debilitó los vasos sanguíneos de la mujer, desencadenando la hemorragia. Aunque puede ser difícil de diagnosticar antes de la muerte, incluso con escáneres cerebrales, la AAC se da en cerca de la mitad de los pacientes con Alzheimer, por lo que «podría ser peligroso administrar el lecanemab sin advertencias firmes sobre su aparente interacción con los anticoagulantes», según advirtió la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.

En el dictamen de su aprobación, la FDA incluyó una advertencia de que en casos «raros» puede causar efectos secundarios «graves y potencialmente mortales». Al respecto, Paresh Malhotra, jefe de la División de Neurología del Imperial College de Londres y Neurólogo Consultor del Imperial College Healthcare NHS Trust (Reino Unido), detalló que estos efectos adversos «están relacionados con la genética de los pacientes y también con el hecho de que estén tomando anticoagulantes».