Un total de 250 personas se desplazaron este viernes noche hasta la finca pública del Galatzó para aprender a observar, de la mano del Institut Mallorquí de Ciències de l'Espai (IMCE), las lluvia de estrellas de las perseidas o lágrimas de San Lorenzo, que tendrán su apogeo entre la noche de este sábado y la del martes, especialmente el domingo. «Lo organizamos antes para que la gente pueda aprender y volver a observarlas las siguientes noches», indicó Lluc Mas, presidente del IMCE, quien explicó que «las estrellas fugaces que vemos estos días no son más que minúsculas motas de polvo o granos de arena que, a enorme velocidad, combustionan al chocar con la atmósfera. Están a unos 100 km de altura y van a una velocidad de hasta 70 km por segundo. Se llaman perseidas porque visualmente da la sensación de que vienen de la constelación de Perseo», abunda.
Una noche estrellada
El Institut Mallorquí de Ciències de l'Espai enseñó en el Galatzó cómo ver las lágrimas de San Lorenzo en vísperas de su apogeo
También en Noticias
- Noche trágica en las carreteras de Mallorca: cinco accidentes se saldan con dos fallecidos, dos heridos graves y cuatro leves
- El Gobierno prorrogará finalmente todo el año la gratuidad del transporte en Baleares
- El colectivo de propietarios alemanes de Santa Ponça, desesperado: «Las obras arruinan nuestro negocio»
- Detenidos tres trabajadores de las obras del aeropuerto de Palma por robar toneladas de material
- Pez globo en Baleares: ¿Una amenaza real?
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Habían 5 grupos de 50 personas con distintos horarios asignados. Explicaciones muy interesantes pero desastrosa organización. Falta de coordinación entre los organizadores y los dos autobuses lanzadera, patente desde que llegó el primer autocar al polideportivo de Calviá para recoger el primer grupo. Pésimo manejo de los tiempos en las distintas fases que se divide la noche de las perseidas. A tener en cuenta que entre el punto donde nos dejó y recogió el bus y las casas hay un kilómetro aproximadamente, de noche a oscuras, y eso debería de tenerse muy en cuenta. En el primer viaje de regreso, ni hay persona alguna de la organización, ni el conductor del bus dispone de una lista, ni parece tener ni idea de cuantos pasajeros tiene que llevar y aún así sale sin esperar ni un minuto dejando atrás a más de 15 personas. Podría disculpar a la organización si fuera la primera vez que organizan este evento pero no es el caso. Nos vamos con mal sabor de boca de una noche que podría haber sido gratamente memorable.
Lo que es muy triste es que una ciudad como Palma no tenga un planetario decente!! Al menos se tomaron una buena queimada!!