Suscribirse a Disney+ supone no poder denunciar a la compañía, ni por homicidio imprudente
La denuncia de un hombre que perdió a su mujer por una reacción alérgica en Disney World se desestima porque la empresa defiende que se suscribió un mes a sus servicios en 2019
En 2023, una mujer murió a causa de una reacción alérgica sufrida tras comer en un restaurante del área de Disney Springs, en Walt Disney World. | Efe
Nadie podía imaginar que cuando confirma el registro de su suscripción a Disney+ está firmando un blindaje eterno a la compañía respecto a cualquier posible queja que nos surja contra ella en el futuro y acabe en un tribunal. No podrá ser. Ya le ha ocurrido a Jeffrey Piccolo, un médico de familia estadounidense, tras intentar denunciar a la empresa por homicidio imprudente, al perder a su mujer por una reacción alérgica en el centro comercial Disney Springs.
Este caso ha desvelado la 'comprometida' política de suscripción que la compañía asocia a sus servicios y suscripciones, como Disney+, plataforma popular en España. Aunque es cierto que ese blindaje judicial aparece en su letra pequeña, se trata de una letra pequeña que hay que buscar a propósito y específicamente para saber qué estamos firmando exactamente.
¿Por qué murió la mujer de Piccolo?
Kanokporn Tagsuan, doctora de Nueva York, falleció el pasado mes de octubre de 2023 a causa de una reacción alérgica que sufrió mientras comía en un restaurante situado en el interior de Walt Disney World, el famoso macroparque temático. Dentro del mismo, en un centro comercial al aire libre en el que hay diversos restaurantes, Disney Springs, la doctora sufrió una gravísima reacción a las nueces y a los productos lácteos, causándole la muerte.
Su marido, presente en el terrible momento, decidió denunciar a la compañía, ya que en numerosas ocasiones habían avisado al restaurante sobre las alergias de su esposa y ésta había preguntado por los ingredientes de cada una de las cosas que consumió. Jeffrey interpuso una demanda con daños y perjuicios por valor de 50.000 dólares.
Y llegó la respuesta de Disney, totalmente inesperada. La compañía desestima la denuncia porque Jeffrey Piccolo aceptó los términos y condiciones del servicio de streamming, por lo que, según las cláusulas que quedan ahora al descubierto, renuncia a su derecho a demandar a la compañía en los tribunales. No es que Piccolo no pueda quejarse ni pedir explicaciones, pero nunca lo podrá hacer a través de un juicio sino tratando de llegar a un acuerdo a través de un arbitraje privado, lo único a lo que accede Disney.
Y de hecho, no ocurre sólo cuando firmamos la suscripción a Disney+, ocurre también al aceptar la política de compra de las entradas al parque temático. El abogado de los afectados ha calificado el argumento de «absurdo» ya que, sencillamente, por probar la suscripción gratuita de un mes y apretar 'Aceptar' a esas cláusulas, tendríamos prohibida cualquier reclamación judicial no sólo con Disney sino también con cualquiera de sus filiales. «Es tan escandalosamente irrazonable e injusto que conmociona la conciencia judicial», dice el abogado. Puede que el recurso surta efecto pero mientras tanto, hoy más que nunca, queda claro que hay que leer todo lo que firmamos.
Aquí alguien no sabe lo que son las excepciones procesales. Disney no ha decidido el juicio porque quien lo hará es un juez o tribunal. Disney se opone a la mera toma en consideración de la demanda alegando la renuncia de la interesada a la jurisdicción. Para mí es algo que el juez debería rechazar, por abusivo, ya que tu sometimiento a arbitraje debe entenderse sólo en el servicio contratado, no en cualquier otro fuera de ese contrato (y, por tanto, no regulado por él).
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Aquí alguien no sabe lo que son las excepciones procesales. Disney no ha decidido el juicio porque quien lo hará es un juez o tribunal. Disney se opone a la mera toma en consideración de la demanda alegando la renuncia de la interesada a la jurisdicción. Para mí es algo que el juez debería rechazar, por abusivo, ya que tu sometimiento a arbitraje debe entenderse sólo en el servicio contratado, no en cualquier otro fuera de ese contrato (y, por tanto, no regulado por él).