El mundo y Mallorca en 5 higueras

1. El primer higo de Estados Unidos salió de Petra

albacor de molla vermell. «Cuando Fray Juníper Serra y sus franciscanos llegaron a América en el año 1749 se llevaron esquejes de esta higuera que habían cogido de la possessió de Son Frare de Petra, el pueblo natal del Santo. En la Misión de San Juan Capistrano plantaron las primeras higueras de la historia de Estados Unidos en lo que hoy es la ciudad de San Francisco. Su congregación plantó esta variedad de higueras mallorquinas por todo el país ya que era costumbre que los misioneros llevaran consigo semillas para plantar allí donde iban. En su día tuve el gusto y el placer de que un buen amigo de San Francisco me trajera una rama del árbol original que plantó el Santo allí hace casi 300 años. Tres décadas después, esta higuera ha vuelto a Mallorca».

2. El orígen de una especie de más de 1 millón de años

ficus palmata. «Esta es la madre de todas las higueras del mundo. Absolutamente todas las variedades de este árbol descienden de ella. Un estudio científico dató un ejemplar encontrado en Etiopía que pertenecía al periodo cretácico, es decir, a hace un millón de años. A partir de este árbol, la especie fue hibridándose hasta crear todas las variedades que conocemos. En esta higuera es donde, según la Biblia, Adán y Eva se taparon sus vergüenzas con sus hojas. Tiene unas hojas gigantescas con la particularidad que únicamente cuenta con un lóbulo. Este árbol lo adquirí hace ocho años en Etiopía, su país de origen. Lo fui a buscar personalmente y durante el viaje conseguí un esqueje del que, más tarde, salió este árbol.

3. La higuera en la que Buda llegó a la iluminación

ficus religiosa. «Esta higuera es sagrada. Me la trajeron de Nepal. Es una hija del ‘árbol de la iluminación’, donde nació el budismo. Una noche de luna llena a los pies del árbol Bodhi, el príncipe Sidharta Gautama, Buda, se iluminó por primera vez después de haber decidido llevar una vida de pobreza y renuncias. Aquí consiguió llegar al nirvana, el máximo estado de la meditación. Esto sucedió en el siglo V A.C. en la ciudad de Bodh Gaya, que está situada a unos 100 km de la ciudad de Patna, al norte de la India. Este árbol es sagrado según las escrituras sagradas del budismo. Desde hace unos años, cada mes vienen a Son Mut Nou un grupo de budistas para hacer una meditación bajo este árbol y esparcen una caja de pétalos de rosa roja alrededor de la figura de Buda que hay en su base».

4. El Che Guevara, la Guardia Civil y la rama de higuera

higo blanco. «Otra historia preciosa es como conseguí la higuera donde fusilaron a Ernesto Guevara de la Serna, ‘El Che’ Guevara. Esta tiene una anécdota maravillosa: al Che lo matan en 1967 en un pueblecito de Bolivia que se llama La Higuera, precisamente. Una señora que trabajaba conmigo es de este pueblo y un día me dijo ‘yo le puedo traer una ramita de la higuera donde mataron al Che’. Ella habló con el alcalde, le dio permiso e hizo las gestiones necesarias. Todo iba perfecto. Salió de Bolivia, voló a Estados Unidos, luego a Madrid y de allí llegó a Palma. Una vez se encontraba en Son Sant Joan ,mientras pasaba la aduana, un agente de la Guardia Civil le dice ‘usted lleva material vegetal en su equipaje. ¿Lleva certificado? Ella dice: no, esto es una higuera del Che Guevara que la llevo para el señor Monserrat Pons de Llucmajor. Cuestión que, inmediatamente, el policía se cuadró y le dijo ‘se la llevaré yo personalmente’. Resulta que es un gran amigo mío (ríe)».

5. Una historia de amistad, guerra y muerte

toth crimea. «Hace más de diez años conocí a través de Facebook a un ingeniero de telecomunicaciones ucraniano llamado Oleg Tantsyura. Oleg había estudiado en la Universidad de Zaragoza y hablaba castellano perfectamente. Me contactó por qué era un gran amante de los higos, descubrió Son Mut Nou y le interesó mucho este proyecto.

Hace unos años hicimos un intercambio de higueras: él me dio siete variedades ucranianas de su finca y yo les di las siete mallorquinas de la mía. Estuvo aquí una vez y nos hicimos muy amigos. Durante la anexión rusa de la península de Crimea al principio de la Guerra de Ucrania le expropiaron su finca y en el primer bombardeo sobre el país él, su mujer y su hija de ocho años fallecieron. Era un gran amigo».