La tarde del martes 27 de agosto tuvo lugar el último ensaño antes de la puesta en escena final, el jueves a las 21 horas. El lugar elegido, Parc de la Rectoria de Binisalem, es una pieza clave de la obra. A su vez, el espacio emula el patio de una possesió vendimiera de la Isla. En concreto, la última cena, que reúne a una familia enfrentada por la herencia del recién fallecido progenitor.
La autora del proyecto es Victòria Cerdà (Binissalem, 2005), una estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Pompeu Fabra. Comenzó en el mundo de la interpretación con tan solo ocho años. Y con 13, ya escribió su primera obra, representada en el Teatre Principal de Palma. También ha escrito obras como Mans de Sang (2022) y La família del règim (2023). En el 2022 fue galardonada con el primer premio en el concurso de Jóvenes Dramaturgos de la Asociación cultural Arrelat, en Sóller, con su obra Cellers i amors. Además, la mallorquina ha participado este mismo año como guionista en el cortometraje Capítulo XIII (2024), dirigido por Jan Cánovas.
La inspiración para Vinum se halla en la cultura vinícola de Binissalem. Por otra parte, la película Doce hombres sin piedad (1957, Sidney Lumet) ayudó a Cerdà a perfilar el concepto de su nueva obra.
Un total de 11 actores participan en la representación: Paula Rivas, Pau Crespí, Juan Campomar, Auria Garcias, Ignaci Vanrei, Xisco Rubí, Pep Munar, Xesc Coll, Maria Lladó, Aina Pons, Tofol Rotger. Todos jóvenes de entre 17 y 24 años, quienes además mantienen una cercana relación de amistad con la directora. «Es increíble ver cómo algo que has escrito cobra vida», admite ilusionada Cerdà. Sin embargo, la autora cuenta la dificultad de trabajar con amigos suyos en el proyecto: «He tenido que separar mi faceta profesional de la personal». La joven aprovechó también para reivindicar que el teatro va más allá de la simple interpretación: «Siempre se nos dice que hacer teatro es actuar, pero estar detrás es una oportunidad muy diferente y bonita».
Según la binissalemera, lo mejor de dirigir una obra, ya sea audiovisual o de teatro, es poder llegar a la gente y crear «momentos especiales». De hecho, la todavía estudiante cuenta que le gustaría dedicarse a la producción audiovisual de series o películas porque, dice, «internet alcanza un público más amplio que las butacas de un teatro». Respecto a su grado en Comunicación Audiovisual, destaca el área de producción y guion.
La mallorquina también expresa su preocupación acerca de la pérdida de interés por la escena: «El teatro no es elitista, hay sitio para todos. Me encantaría ver a más jóvenes participando y entre el público». De hecho, el primer contacto que tuvo Cerdà con este mundo fue a raíz de sus amigos. Lo que comenzó siendo una actividad extraescolar, desembocó en pasión por la escritura. «El teatro me animó a estudiar Comunicación Audiovisual», explica Victoria. Para acabar, quisó agradecer al equipo de XamoXamo esta oportunidad: «Es una experiencia única que me ha ayudado a crecer como persona».
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