Pese a las numerosas incógnitas sobre su fallecimiento, que oficialmente fue debido a las heridas producidas la noche del 31 de agosto de 1997 en un accidente automovilístico ocurrido en el interior del túnel del Alma, en París, Lady Di es recordada por su matrimonio con el actual rey de Inglaterra, Carlos III, con quien tuvo dos hijos, Guillermo y Enrique, por sus acciones solidarias, su cercanía a la gente y por ser la ‘princesa triste’.
La relación de Lady Di y Carlos de Inglaterra con Mallorca se remonta a 1986 en un primer verano invitados por los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, en el Palacio de Marivent.
Cuatro visitas
En aquellos años, las dos casas reales se mostraban felices ante los objetivos de los periodistas. «Nos reuníamos alrededor de 200 compañeros, tanto españoles como ingleses, fotógrafos, redactores, cámaras de televisión, etc», recuerda Pedro Prieto, uno de los reporteros que seguían los pasos de los jóvenes príncipes de Gales y sus hijos en Mallorca. «Fueron intensas persecuciones en toda regla, donde los periodistas españoles aprendimos mucho de los colegas ingleses, por ejemplo que existían los escáners con los que interceptábamos llamadas y de los que sacamos buen provecho».
Son historias y anécdotas que sucedieron hasta en tres visitas más. Fueron veranos en los que la Familia Real invitaba a navegar a los príncipes británicos a bordo del yate Fortuna, poniendo rumbo a la isla de Cabrera. En las últimas ya se apreciaba el distanciamiento de los príncipes de Gales ante los rumores de infidelidades por parte de Carlos III con Camila Parker.
Tras su ruptura, Lady Di viajó en 1996 a Mallorca refugiándose en el hotel La Residencia, en Deià. Dedicó prácticamente esa estancia a la lectura y relajación, sin apenas salir de su dormitorio y en cuya puerta principal del hotel una legión de paparazzis hacía guardia.
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