Obreros pintando el muro de la autopista. | Click

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El martes pasado, regresando de Establiments, vimos sobre el puente de la autopista a una policía municipal de Palma junto con un grupo de trabajadores, entendemos que de Manteniment, observando algo. Aparcamos, y nos acercamos. Nos llamaron la atención las basuras acumuladas en el arcén de la autopista, que no solo seguían donde siempre, sino que eran más numerosas que en la vez anterior que las vimos. También seguía el colchón rodeado de más basura sobre el jardincito, a la izquierda de la escalera que lleva al estacionamiento del gran hipermercado.

Sin embargo, vimos como unos operarios estaban pintando la pared próxima a la barrera metálica que separa la zona del hipermercado con la autopista. ¿Conclusión? Viendo que los operarios que acompañaban a la Policía Local de Palma, en cuya parte posterior de su chalecos amarillos leímos carretera, seguían mirando y tomando nota, y que encima estaban pintando la pared que da a la autopista, nos dio la impresión de que, dentro de nada, el lugar va a tener poco que ver con el que ahora es, con basura y abandono por todas partes, y con una tienda de campaña por debajo del puente, seguramente ‘casa’ de algún sin techo, que dentro de lo que cabe es el que menos llama la atención, entre otras razones porque apenas se ve desde cualquier sitio.

Personal de carreteras, acompañados de una agente de la Polícia Local de Palma observando el panorama desde el puente, un paisaje repleto de basura, sobre todo en los arcenes.

A lo dicho, habría que añadir una cosa más: del mismo modo que el día que pasamos por allí –el martes– vimos como obreros de Infraestructuras de Cort estaban arreglando la acera del tramo de carretera que se convierte en puente sobre la autopista; arreglo consistente en colocar unos ladrillos en una zona en la que se habían levantado, no estaría de más reparar parte de la acera que discurre paralela al aparcamiento del gran supermercado, a unos metros más por debajo de susodicho puente. Y es que su deterioro es mucho.

¿Cambian de lugar...?

¡Ah!, y una apostilla final. Cuentan que los causantes de la suciedad de esta zona son algunos de los acogidos en Ca l’Ardiaca, vecinos de la misma. Pues bien, nos aseguran que esta buena gente está cambiando esta zona del hiper y la de la Cas Capiscol –sus lugares preferidos– por la de la cárcel vieja, pues de un tiempo a esta parte se les está viendo por la zona de las pistas de petanca, es decir, por la parte de atrás del que fuera centro penitenciario de Palma.

Lo que viene

Ellos son los componentes del equipo mallorquín de Tiro a hélice FAN 32, que han participado en las distintas pruebas del Campeonato y Copa del Mundo celebrado recientemente en Madrid. Son: Tomeu Carbonell, José Boned, Pedro Amengual, Miguel Lliteras, Rafa Fernández, José Fernández, Damián Amengual, Miguel Caldentey, Manolo Contreras y Jaime Rull.

Hoy, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, recibirá a miembros de la Federación de Tiro a hélice FAN 32 con los tiradores que, en el último campeonato del mundo, celebrado hace unos días en Madrid, consiguieron medalla. Al frente de la comitiva estará José Antonio Boned, delegado.

Pues... ¿Qué quieren que les diga...? Pero ya era hora de que se les hiciera caso a estos deportistas, que sin subvenciones de ningún tipo, todo –viajes incluidos– corre por su cuenta. Deportistas cansados de ganar títulos y de colgarse medallas al cuello, pero que hasta la fecha ninguna autoridad deportiva se les había acercado para felicitarles. Por ello, ¡bien por el Consell de Mallorca!

Volviendo al campeonato del mundo de tiro con hélice –para entendernos, es como el tiro al plato, pero en vez de disparar a un plato que vuela impulsado por una máquina, se dispara a un blanco en forma de hélice–, este se celebró en Madrid, en el campo de tiro de Son Montes, en el que participaron 320 tiradores de distintos países, a saber: Gran Bretaña, Portugal, Francia, Italia, México, Argentina, Estados Unidos, Perú y España.

El equipo español, que consiguió proclamarse Campeón del Mundo, estuvo integrado por dos mallorquines, Miquel Caldentey y Jaime Rull, y el madrileño Gonzalo Arrimadas. En dicho campeonato, Jaime Rull, en categoría individual, se alzó con el subcampeonato del mundo por segundo año consecutivo, mientras, en la categoría junior, los mallorquines Rafa Fernández, Bernat Cabonell y Pedro Amengual, fueron tercero, cuarto y quinto, lo cual no está nada mal. Y en la Copa del Mundo, que se celebró paralelamente a este campeonato, Guillermo Amer se subió al pódium como tercer clasificado en la categoría de Veteranos.

Todo eso, como decimos, sin ayuda de nadie, puesto que hasta la fecha se sienten completamente desamparados y alejados de todo lo que pueda considerarse subvención, ayuda o patrocino, contando solo con dos campos privados para practicar: Club de Sa Marina (Son Carrió) y Club Son Amora (Algaida).

Pues bien, con el recibimiento que les hace hoy el Consell de Mallorca, parece que pueden cambiar las cosas a favor de estos deportistas, lo cual, si es así, nos alegraremos todos.