El pasado miércoles, una persona que conocemos, caminando por la calle 31 de Diciembre, de Palma, pisó una tapa de metal de color negro que había en el suelo. Y cedió, por lo que a punto estuvo de lesionarse el pie. Y es que la tapa en cuestión se ve que no está bien sujeta al suelo, pues cedió en parte ante el peso de la persona cuando la pisó.
Dentro de tres días...
¿Qué hizo esta persona? Pues llamó al Ajuntament y dio cuenta de lo que le había pasado, señalando el lugar exacto de dónde estaba la tapa, ahora dejando semidescubierto el hueco que cubría, ya que al menos así, los transeúntes lo evitarían. Desde el Ajuntament respondieron a dicho ciudadano que tomaban nota y que ya le llamarían.
Pasó el miércoles, el jueves y el viernes. El ciudadano en cuestión recibió un wasap desde el Ajuntament informándole de que el problema quedaría resuelto en tres días. O sea que habían transcurrido dos días –miércoles y jueves– sin que ningún responsable de Infraestructuras resolviera un problema más que localizado. Es más, que ni siquiera alguien había pasado a verlo, pues la tapa seguía dejando al descubierto el agujero y ahora –el viernes– le decían que podían pasar tres días más –con un fin de semana incluido– sin resolverlo. Vale.
Ahora avisa la agente de la ORA
Por la noche del miércoles, caminando por el lugar, observamos que una agente de la ORA, al pasar por delante de la tapa en cuestión se paró en seco, la observó y llamó, suponemos, a alguien con mando en plaza, o bien para que resolviera, o bien para que transmitiera a quién corresponda la eventualidad. Es más, le preguntamos y nos dijo que sí, que había llamado. «Es que lleva así desde el miércoles y estamos a viernes y… Pues que es un peligro». La agente de la ORA insistió en que había llamado. De hecho, vimos que al ver la tapa levantada, se acercó a ella y llamó por teléfono. Por tanto, hizo bien su trabajo.
Tapan la tapa
Al día siguiente, sábado, más que nada comidos por la curiosidad, sobre las once de la mañana pasamos por el lugar y nos encontramos con que la tapa cubría el agujero y que sobre ella habían puesto una señal vertical, a rayas rojas y blancas. Entendimos que Infraestructuras había pasado a la segunda fase. Evitar el peligro, tapando el agujero con la tapa y colocando sobre ella una señal, tras tres días de tener la tapa levantada, lo cual no dejaba de ser un peligro para el viandante. Vale, pero, conociendo el peligro, ¿por qué se permite que este siga siéndolo durante tres días más –miércoles, jueves y viernes–, en vez de subsanarlo a poco que el ciudadano lo denuncia? ¿A qué viene esa lentitud? Y aquí, si quieren, llámenme demagogo, pero si ese agujero está a pocos metros de dónde vive el alcalde, o algún miembro del Consistorio, o del Consell o del Govern, ¿tardarían lo que ahí en repararlo? Porque no se trata de la obra de El Escorial. Es solo fijar la tapa, para que no se mueva… Y ya está.
Y otra cosa. Supongamos que quien protagoniza el incidente es una persona mayor, que pisa la tapa, que al hundirse hace que se caiga, lesionándose un pie o un brazo, por lo cual denuncia a Cort. La indemnización que percibirá, ¡ojo!, la pagamos los ciudadanos, no los miembros del gobierno municipal, que en realidad son los responsables de que no ocurran esos accidentes, por otra parte fácilmente evitables.
PD/ A no mucha distancia de donde está –o estaba– la tapa, observamos que el crecimiento de las raíces de un árbol están levantado sus alrededores. Es más, no solo eso, sino que la grieta que está produciendo se está haciendo cada vez mayor. Lo decimos por si interesa a alguien, antes de que el destrozo sea irreparable.
2 comentarios
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Des de que hi ha el ppvox, tot està pitjor, més deixat que mai
Es increíble la dejadez de servicios en Mallorca.