Raquel Arañón es la presidenta del Mallorca Design Day. | R.D.

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Raquel Arañón es la única mujer que dirige uno de los cinco festivales dedicados al diseño que se celebran actualmente en España. La impulsora del Mallorca Design Day desgrana en esta entrevista las claves de un evento que busca consolidarse y hacerse un nombre a nivel internacional. Y quiere conseguirlo uniendo en esta quinta edición dos conceptos aparentemente antagónicos, estando el primero desde hace tiempo en primera línea de actualidad: la inteligencia artificial y la artesanía.

Dicen que la quinta edición de un evento es la de la consolidación...
Sí, es muy importante y está siendo muy difícil porque hemos ido subiendo de nivel cada año y la exigencia es muy alta. Esta edición Es la edición más difícil porque hemos crecido mucho; hay que mantenerse, pero también hacerlo mejor. Estamos posicionados a nivel nacional e internacional y eso da más exigencia.

¿Cómo será este Mallorca Design Day?
La agenda todavía no está cerrada. Los días más fuertes serán el miércoles y el jueves. El viernes celebraremos la clausura en Fàbrica Ramis de Inca con los desfiles de moda y la entrega de premios de todas las disciplinas. Tenemos previsto traer algún gran nombre que no podemos decir todavía al no estar cerrado. Toda la gente que hemos traído son personas de un nivel altísimo y referentes en su sector.

¿Cuáles son las bazas de este año para dar el salto que en la quinta edición?
La primera es la temática, con la que hemos ido un poco más allá y sacar a todo el mundo de su zona de confort para que todos hagamos una semana muy interesante. Es un tema muy candente: por un lado la artesanía y por otro las herramientas de la inteligencia articial donde hay gente a favor y en contra.

¿Cómo se conjugan estos dos elementos?
Hemos fusionado las herramientas que te ofrece la IA a la hora de captar información con los valores de la artesanía creando un nuevo paradigma: la inteligencia artesanal. Porque creemos que la artesanía cada vez tiene más valor. De hecho, hoy en día, para mucha gente la artesanía se ha convertido en el nuevo lujo. Los artesanos necesitan ese impulso de modernidad que pueden aprovechar para ser más competitivos y más sostenibles usándola como apoyo, nunca como un sustituto. Se puede ahorrar mucho tiempo y costes e invertir más tiempo en su obra y formación.