Tras una coreada cuenta atrás de diez a cero y una explosión con efectos sonoros, el president Llorenç Galmés, fue el encargado de accionar el contador mágico y activar un llamativo juego de luces que iban cambiando de color y forma de manera alterna al son de unos coros de estilo gregoriano que le dieron un impulso épico al acontecimiento.
Antes, en un escenario costumizado con una gran casa de galleta flanqueada por dos palos de caramelo gigantes el periodista Raül Valls fue el encargado de ejercer como maestro de ceremonias. Abajo, en el foso más de medio centenar de niños disfrutaban sentados del espectáculo en un espacio reservado exclusivamente para ellos. Al otro lado de las vallas el público general estaba formado por padres madres, abuelos, niños, bebés y algún que otro perro, (casi), todos abrigados como requiere un diciembre que ayer fue misericordioso en cuanto a temperaturas se refiere.
Todos disfrutaron de la actuación de la coral Petitons del Teatre Principal, el coro infantil y adulto de Andratx y la coral de la UIB. Las agrupaciones interpretaron canciones tan conocidas como Sant Josep fa bugada, L’ametller o Fum fum fum .
En este sentido, la música tuvo un papel destacado a lo largo de todo el espectáculo gracias a la mezcla de temas navideños de corte tradicionales y algunos más modernos como I’m sexy and I know it de LMFAO o una versión instrumental de Solo vivir, del grupo navarro de ska-punk Skalariak.
Luces
Como viene siendo habitual en cualquier acto social, independientemente de su índole, una multitud de gente aprovechó la ocasión para grabar con sus teléfonos móviles las partes del espectáculo que más interés le suscitaron. Especialmente, el juego de luces previo a la iluminación de la fachada del Consell. Y es que un espectáculo tan instagrameable sigue al alza desde que hace casi una década, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, pusiera de moda en España llevar a cabo una encendida de luces lo más espectacular posible.
Otra de las atracciones de este carrusel navideño en el que no faltaron acrobacias por parte de los actores del circo Strómboli y que además se llevó a cabo íntegramente en mallorquín, fue la versión gigante de un muelle cilíndrico y gigante con el que muchos hemos jugado en nuestra infancia. Este sorprendió al público con sus giros imposibles al ritmo de la música.
Sueños
Una vez finalizado el espectáculo, Galmés tomó el micrófono y, en nombre de la institución que preside, se dirigió al público para agradecer la asistencia «a todos los niños venidos de cada rincón de Mallorca» y subrayó el «carácter solidario de una iniciativa en la que junto al colegio Montesión quien quiera puede llevar juguetes a cualquier edificio del Consell para conseguir que ningún niño de Mallorca se quede sin juguetes». El president del Consell finalizó su intervención deseando «unas fiestas con alegría y que el año que viene todos vuestros sueños se hagan realidad».
El epílogo de este cuento efímero de Navidad fue la inauguración del belén del Consell de Mallorca y una chocolatada colectiva. El acto de ayer sirvió también como pistoletazo de salida para las 40 actividades que realizará el Consell de Mallorca durante esta Navidad.
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