Una trabajadora del bar Mónaco entrega un ‘llonguet’ a una mujer ante la atenta mirada de dos señoras. | Emilio Queirolo

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Pocos platos o alimentos definen mejor gastronómicamente Palma que un llonguet. Conscientes de ello desde hace varios años, el colectivo Orgull Llonguet organiza una ruta por bares y restaurantes de Palma con este panecillo como gran protagonista. Todo ello, como no podía ser de otra manera, coincidiendo con las fiestas de Sant Sebastià, patrón de Ciutat. Algunos de los negocios que participaron en la Ruta del Llonguet fueron el café A3Bandas, La Tortillería, Ben Trempat, el Bar Mónaco o el Bar Pigalle de la calle 31 de Desembre, conocido por su gran toldo amarillo.

José es el encargado de este local y participa por primera vez en la ruta gastronómica. Contó a este periódico que «tenemos 400 llonguets preparados para esta noche. De hecho, hoy solo nos centraremos en ellos. Tenemos cuatro diferentes diseñados especialmente para esta noche: hay de camayot con cebolla caramelizada, sobrasada de ferrerico con salsa de miel y romero, calamares con alioli trufado y queso mahonés con pimientos asados. Si vemos que alguno de ellos tiene mucha salida, los incluiremos en nuestra carta diaria».

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Esta jornada, perfecta para fer una volta, fue también una gran ocasión para disfrutar de actividades de ocio y culturales que ofrecen los establecimientos como exposiciones de arte, conciertos, sesiones de DJ, un mercadillo o los célebres cabezudos de Orgull Llonguet, que recorrieron los locales participantes sirviendo de atracción para que los usuarios pudieran sacarse fotos con ellos y disfrutarlos.

Tradición moderna

Durante varias horas, todo tipo de personas, la mayoría de edad media y residentes en Palma, disfrutaron de esta ruta gastronómica perfecta para compartir un buen rato con amigos o familiares alrededor de uno o varios panecillos por persona. La noche fue fría como es habitual en esta época del año, pero un buen abrigo y la ausencia de lluvia permitieron que la noche se desarrollara sin ningún tipo de contrariedad.

Vanguardia, tradición, ocio y diversión con el denominador común de la gastronomía son los ingredientes secretos de una receta que nunca falla y ayuda a renovar las fiestas de Palma, conectando a gente joven, ayudando a pequeños negocios y dando ambiente a Palma en los meses más duros de invierno. El éxito de esta edición y la de los años pasados son el aval de que esta la fórmula a seguir para renovar las costumbres, pasar un gran rato y, ya de paso, llenar la barriga con un alimento molt nostro.