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Mientras la pequeña Ariadna, vestida de dimoni, con su capa negra y sus cuernos rojos pinchaba con su tricornio los dientes del Drac de na Coca, una torradora comenzaba a prender en la plaza París de Palma donde Orgull Lloguet celebró ayer un vermut como colofón de las fiestas de Palma.
Desde hace cinco años Orgull Llonguet organiza una quedada a media mañana para finalizar su programa de festejos, aunque «Sant Sebastià no es solo un día y pensamos hacer más cosas», comentaba Marina Zuazaga, miembro del colectivo, que este año ha tenido una gran repercusión en las celebraciones alternativas. La formula del éxito es bien sencilla, un poco de música, precios populares en las bebidas y unas torradoras a disposición de todos los asistentes.

El único problema fue que, en esta ocasión, las torradoras que solicitaron al Ajuntament de Palma llegaron algo más tarde de lo previsto y ya se habían apañado los organizadores para conseguir una: «Nos la ha prestado el rocódromo Es Cau, cosa que agradecemos». Faltaron también los puntos de luz que habían solicitado al consistorio. «Bueno supongo que tampoco vendrán a mirar si terminamos a las 3 de la tarde como se había previsto, pues la gente se lo está pasando bien». Sobre el caliu las primeras pancetas, hamburguesas o longanizas empezaban a impregnar su olor por toda la plaza.

La selección músical de dj Random Nancy amenizaba el buen ambiente vecinal y muy familiar. Los más pequeños mostraron predilecciòn por el Drac de na Coca. «Lo diseñamos nosotros mismos en 2016», comentó Zuazaga, quien explicó que «también tenemos expuestos a los tres capgrossos que recuerdan al xeremier Pep Toni Rubio, Miquel del Forn de sa Pelletería, y na Bel Rotllet, un personaje histórico de la barriada del Terreno». Personajes de siempre que no se perdieron un vermut fantástico