Una escena de la representación.
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«¡Cuentos, cuentos. Vendo cuentos!». Así pregona su fantasiosa mercancía el personaje de La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón de Federico García Lorca, una de las historias que se representan en la obra.
Las marionetas representan también la fábula de Historia de Burros y se disfrazan de piratas en La princesa del mar de la Trola. Todos estos fabulosos cuentos amenizados con poemas de Alberti, Bécquer, Machado y Gloria Fuertes.
Un espectáculo que se cuela por los ojos y los oídos, que explota con la risa y que anida en el corazón. Fantasía y poesía para estos tiempos tan prosaicos y tan serios.