Shaila García e Iván Bort presentan 'Annette/Titane. Un cuento de canciones y furia' en RataCorner
Shaila García e Iván Bort, en conversación con Marta Pérez, se unen para desgranar todo lo que tienen que ofrecer las cintas Titane y Annette con la presentación de Annette / Titane: Un cuento de canciones y furia en RataCorner.
Saliendo ilesas del sesgo y el azar del capricho historicista, y amparadas por un llamativo acuerdo colectivo, las páginas de los innumerables volúmenes dedicados a la Historia del Cine no han dudado en localizar la simiente de la que es quizá la corriente cinematográfica más relevante y referenciada de todas, la Nouvelle Vague francesa, en el Festival de Cannes de 1959. De allí, pese a que la Palma de Oro fuera para Orfeo Negro de Marcel Camus, emergió el François Truffaut de Los cuatrocientos golpes con el reconocimiento al mejor director y la crítica premiaba a Hiroshima, Mon Amour de Alain Resnais, consideradas ambas los puntales del movimiento por excelencia de la modernidad cinematográfica. Es pronto todavía para aventurar si el punto de partida del presente libro puede funcionar a modo de reverberación de aquel hito, pero bien es cierto que en ese mismo enclave, el Festival de Cannes, del reciente 2021, un par de películas capitanean la nueva ola que nos está arrasando.
Titane de Julia Ducournau gana la Palma de Oro —la segunda de la historia para una mujer—, y Leos Carax se lleva el premio a mejor director por Annette. Ambas comparten género fantástico, y son, a su vez, fantásticas y de “género”, pues la cineasta francesa se adhiere con fuerza a las nuevas voces femeninas del audiovisual contemporáneo. En un momento en el que posiciones presentistas proponen desmantelar lo insensato del arte, Annette y Titane se alzan como películas díscolas y salvajes que muestran que el arte no debe pedir ni permiso ni perdón: pues el arte trasciende juicios y prejuicios porque toca cierta verdad de la subjetividad de la época.
El análisis fílmico de Annette y Titane desgrana cómo, desde el bajorrelieve de la voz enunciativa, los nuevos nombres del malestar contemporáneo exponen sus formas. Encrucijadas sobre lo que somos capaces de robar a nuestro deseo, soufflé de palabras coaguladas o humor fracasado, ambas engendran, empero, bellas criaturas que iluminan otro posible futuro.