El mundo recuerda hoy el aniversario de un fatídico día, el 11 de septiembre de 2001, cuyas consecuencias todavía se sufren dos décadas después. Aquél no sólo fue un salvaje atentado contra el corazón de los Estados Unidos, fue el sangriento inicio de una guerra abierta de Occidente contra el islamismo más radical de la que todavía no puede adivinarse el final. Los años transcurridos evidencian que los ataques no fueron inspirados por un sólo responsable, Osama Bin Laden, respondían a la irrupción del integrismo islámico como movimiento violento y retrógrado dispuesto a conquistar nuevos territorios. La semilla se extendió desde Afganistán, alimentada por numerosos países árabes, para golpear a más países occidentales o iniciar su propia cruzada en Siria. El reguero de sangre y destrucción del 11-S no cesa, veinte años después.
11-S, la fecha que marcó el nuevo rumbo de la historia
Palma11/09/21 9:12
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1 comentario
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Els atemptats varen ser una excusa perfecte per atacar irak i Afganistan, tal com diu l'article, dos subministradors de petroli a occident que volien deixar de cotitza.r en dollars. N'aznar ens va implicar a tots per donar-se aires de grandesa. Suposo que mai sabrem la veritat total, això sí, la història ens diu que occident no té cap superioritat moral damunt ningú