TW

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, advierte que «Europa es mortal; puede morir» si no defiende su soberanía y replantea los actuales modelos económico y de defensa. Al mismo tiempo, subraya la necesidad de proteger al Viejo Continente ante las amenazas que constituyen un riesgo para su unidad estratégica. De manera simultánea, quince de los 27 países de la UE reclaman un endurecimiento de la política migratoria. Estos quince Estados, entre los que no se encuentra España, piden nuevas fórmulas para frenar la llegada de migrantes a Europa, como la creación en países extracomunitarios de centros destinados al ingreso de seres humanos rescatados en el mar, en su peligrosa travesía desde el sur hacia la Unión Europea. Todo ello se produce pocos días antes de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán del 6 al 9 de junio. Son unos comicios de extraordinaria trascendencia, a los que no prestamos excesiva atención porque no somos conscientes del impacto en nuestras vidas de las decisiones que pueden adoptar los 720 eurodiputados.

448 millones de habitantes.

En Bruselas se determinan múltiples cuestiones que acabarán afectando a los 448 millones de habitantes de la Unión Europea, tanto a sus intereses como a sus relaciones y expectativas. Estamos inmersos en un escenario de grandes tensiones geopolíticas, con los conflictos bélicos de Ucrania y Gaza. Es urgente garantizar los derechos humanos y acabar con la dependencia energética de la UE.

Estabilidad, paz y bienestar.

Son unas elecciones cruciales, cuyos sondeos demoscópicos auguran hoy un fuerte ascenso de la extrema derecha, con claras posibilidades de ser hegemónica en países como Alemania y Francia. Están en juego la estabilidad, la paz y el bienestar de millones de europeos. Estas elecciones, que nos interpelan a todos, nos exigen un voto meditado y responsable.