La propiedad de la emblemática finca de s'Estalella, en s‘Estanyol, en plena marina de Llucmajor, ha decidido cerrar e iniciar un vallado por el litoral del espacio debido a la insoportable presión humana, que está causando estragos en aquel paraje privilegiado. Sobre todo con la llegada del buen tiempo, la avalancha de visitantes provoca todo tipo de incidentes, desde actos vandálicos en forma de pintadas o incendios, hasta botellones o motos que van por la arena, destrozando todo lo que encuentran a su paso. La frágil fauna y flora del espacio, que tiene 400 hectáreas y cuatro kilómetros de costa, y que data del siglo XII, padece sobremanera estos excesos y la masificación continua. Así pues, de forma acertada, los dueños de la finca, la familia Cirera, han decidido vallar los accesos interiores para proteger el entorno. No se prohíbe el paso por la playa y las rocas porque son de dominio público, sino que se toman medidas excepcionales para que el interior de los terrenos quede preservado. Esta decisión podría ser la primera de otras muchas similares en el resto de Mallorca, en pleno debate por la saturación turística y poblacional.
La acertada decisión de cerrar la finca de s'Estalella
Palma22/06/24 0:30
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