Esta semana, un nuevo incendio en unos contenedores frente al IES Joan Maria Thomàs, en Palma, afectó a los coches y motocicletas estacionados justo al lado. Cinco vehículos en total fueron pasto de las llamas, en un fuego que se declaró de madrugada y cuyo origen es, como la mayoría de estos casos, como mínimo sospechoso. Es el enésimo ataque de los pirómanos en la capital balear y los daños económicos en los últimos tres años son elevadísimos. La Policía Nacional, apoyada por la Policía Local, se ha volcado en la resolución de estos casos y ha detenido a numerosos incendiarios, algunos de los cuales han ingresado en prisión. Pero la delictiva dinámica, lejos de enfriarse, sigue aumentado y los ataques se repiten cada semana, sin que nadie pueda evitarlos. No hay, como se creía en un principio, un único implicado. Son muchos y con motivos muy variados, lo que da una idea de la magnitud del caso.
Los incendios intencionados en contenedores no cesan
04/07/24 0:30
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