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Coincidiendo con la crisis habitacional sin precedentes que sufre Mallorca, con alquileres por las nubes y precios elevadísimos en las venta de casas, Palma está registrando una inquietante aparición de chabolas y poblados chabolistas, directamente relacionado con el drama de la vivienda. La última en ser descubierta se encuentra en la Platja de Palma, cerca del aeropuerto de Palma, y se suman a otras muchas que ya se han convertido en asentamientos ilegales. Sin ir más lejos, el miércoles fue desmontada una que se había instalado en pleno Passeig Marítim. Junto al cementerio de Palma, y en Can Valero, hay otros poblados construidos con maderas y telas, donde residen marginados y familias con escasos recursos económicos. En la curva de la vía de cintura hacia la autopista del aeropuerto hay otras casetas construidas de manera precaria. Son, en definitiva, demasiados ejemplos que evidencian el drama social que se extiende por la capital balear, con las desigualdades cada vez más acentuadas.

Peligro de incendio.

La policía y los bomberos han reiterado que este tipo de asentamientos, sin ninguna medida de seguridad, son un auténtico peligro para los ocupantes, ya que el riesgo de incendio es muy elevado. En el interior de las casetas de cartón, madera o telas los ocupantes cocinan de forma precaria, con algunos fogones improvisados, y en numerosas ocasiones las llamas se han propagado en aquellas chabolas repletas de basura e inmundicia. Además, las agresiones, peleas y abusos están al orden del día en estos campamentos de pobreza.

Servicios sociales.

El asunto, asimismo, requiere de una respuesta rápida y resolutiva de los servicios sociales municipales. En algunos de estos campamentos viven menores y adolescentes, que tienen derecho a unas condiciones más dignas de vida, al igual que sus familias.