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El ejecutivo de Marga Prohens ha anunciado una rebaja en los impuestos para policías nacionales y guardias civiles, a fin de intentar compensar la insularidad y el precio de la vida en Baleares, muy por encima de otras comunidades y que está provocando que numerosos agentes y mandos intermedios se marchen en cuanto tienen la oportunidad. Los sindicatos policiales llevan años pidiendo ayudas y alertando de la que situación es extremadamente grave, ya que la tasa de delincuencia crece y los efectivos disponibles son cada vez menos. Uno de los principales problemas con los que se encuentran los jóvenes que llegan a la Jefatura de la Policía o la Comandancia de la Benemérita es que los precios de los alquileres de las casas son muy elevados y con sus sueldos solo pueden acceder a una habitación o a un pequeño piso, que normalmente deben compartir con tres o cuatro agentes. Un panorama, sin duda, poco alentador y que provoca que Baleares sea un destino poco solicitado por las nuevas promociones policiales.

La seguridad, clave del turismo.

Sin embargo, no hay que olvidar que una de las claves para que el turismo funcione es que Mallorca –y en general el resto de las Islas– goza de un alto nivel de seguridad, una circunstancia muy valorada por visitantes y también por la propia población. Para garantizar que esta realidad no se vea alterada, es necesario que Baleares se reposicione y que sea vista, de nuevo, como un destino policial interesante.

Más medidas.

La rebaja de impuestos anunciada por el Govern no puede, por si sola, revertir esta situación, a la que se añade –además– el mal momento por el que atraviesan las policías locales, muy mermadas. Madrid debería ser más comprensivo con esta problemática y reforzar las plantillas policiales. Prohens ha decidido mover pieza y también lanzar un mensaje al Gobierno, que también debería realizar algún gesto.