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El Ajuntament de Palma ha decidido instalar una comisaría y una red de cámaras de seguridad en el Parc de ses Estacions de Palma, junto a la estación Intermodal, en plena Plaça d’Espanya. Se trata, a todas luces, de una decisión de lo más acertada, porque ese céntrico enclave palmesano se había convertido, de un tiempo a esta parte, en un centro neurálgico de la delincuencia. En los jardines junto a la estación se han registrado, de noche, violaciones y atracos violentos, y por las mañanas, hay mafias que intentan captar a menores conflictivos y en los baños de la Intermodal se ha detectado la presencia de pederastas, algunos de ellos reincidentes, en busca de encuentros furtivos con jóvenes desamparados. Ante este panorama, la ubicación de una comisaría de la Policía Local, dotada de una plantilla que puede llegar al centenar de efectivos, será sin duda un elemento disuasorio para los delincuentes que en los últimos años se han adueñado del parque y sus alrededores.

Demanda vecinal

De hecho, los vecinos de la Plaça d’Espanya hace tiempo que vienen alertando de la degradación imparable de la zona y de que, al caer la noche, da miedo transitar por algunos tramos. También han solicitado de forma insistente una mayor presencia policial, bien sea de la Policía Local o de la Policía Nacional. La venta de drogas también se ha disparado en las inmediaciones de la Intermodal, con bandas que ofrecen marihuana a los más jóvenes.

Frenar la degradación

El proyecto de Cort podría asemejarse al que se emprendió en el polígono de Son Castelló, hace doce años. En aquellas calles la delincuencia nocturna había aumentado de forma preocupante y la instalación de un cuartel ha modificado de forma tajante aquel panorama, con una caída en picado de los actos delictivos. El objetivo, pues, es que ocurra lo mismo en el Parc de ses Estacions.