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Tras varias semanas de incertidumbre, el PP balear desveló ayer que votará a favor de la derogación de la ley de memoria democrática de Balears, como ya hizo a favor de la toma en consideración de esta propuesta de Vox. La portavoz adjunta del grupo parlamentario popular, Marga Durán, explicó que su formación no ha registrado ninguna enmienda a la toma en consideración de esta propuesta de derogación. El PP lo cree innecesario al considerar que todas las cuestiones que contempla la ley balear, aprobada el 2018, ya quedan cubiertas por la ley estatal de memoria democrática, de octubre de 2023. La decisión del PP se produce después de la ruptura unilateral de los pactos autonómicos de Vox con los ‘populares’. Según Durán, en este caso y a pesar de no existir ningún compromiso en vigor, continuarán apoyando la iniciativa anuladora presentada por el partido de Santiago Abascal.

Explicaciones poco convincentes.

Dado que las explicaciones de Marga Durán no sonaron a muy convincentes, es preciso que el Partido Popular de Balears aporte argumentos más contundentes y clarificadores en una cuestión tan sensible y que genera tantas controversias. Según la portavoz adjunta, lo único que preocupaba al PP en relación con esta ley era que «quedara algo pendiente si se derogaba». Para los ‘populares’, la ley estatal ya «recoge todas las cuestiones que se pudieran dar y las que no, están en la ley de fosas, que continuará en vigor», dijo ayer Durán en el Parlament.

Cambio de criterio, de 2018 a 2024.

La derogación de la ley de memoria democrática de Balears no aparece en el programa de gobierno del PP para esta legislatura y tampoco fue incluida en el pacto de junio de 2023 con Vox para la investidura de Marga Prohens. En 2018, el PP aportó e introdujo 56 cambios, defendidos por el hoy conseller Juan Manuel Lafuente, en el proyecto presentado por la izquierda. ¿Por qué precisamente ahora apoya esta derogación?