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El Govern de Prohens ha aceptado una propuesta de Vox en materia migratoria. Se trata de realizar pruebas dentales a algunas personas que lleguen a Balears sin documentación y de forma irregular para determinar su edad. Se trata de una condición que ha impuesto la formación ultra a cambio de facilitar la aprobación de los Presupuestos. Vox sustenta esta petición en que muchos migrantes «mienten y se hacen pasar por menores», según explicó Manuela Cañadas, portavoz de la formación en la Cámara.

Muchas dudas.

No obstante, la aplicación de esta medida plantea grandes dudas. Poco después de que trascendiera el acuerdo entre PP y Vox, la Delegación del Gobierno se apresuró a advertir que la aplicación de técnicas médicas para determinar la minoría de edad de una persona migrante es un procedimiento que depende de la instrucción del Ministerio Fiscal. Además, en ningún caso se podrá imponer sin la aprobación del propio menor, tal y como establece la normativa de protección jurídica.

Hacer ruido.

En este escenario, que probablemente el Partido Popular ha tenido en cuenta y conoce de sobra, Vox ha vuelto a confirmar que es una formación que básicamente se dedica a hacer ruido. O que simplemente le toman el pelo. Sucedió con la libre elección de lengua en los colegios –todo acabó con una prueba piloto que ha pasado desapercibida y de nulo impacto– o con la propia oficina lingüística, que nunca llegó a ver la luz. De hecho, esta «oficina del Español» fue enterrada antes de nacer y permutada por la de antiokupación, cuya dotación económica (1 millón) ya aparece en los Presupuestos de 2024. Para el año que viene, la partida prevista es de 200.000 euros. Ahora es el turno de las pruebas dentales para determinar la edad de los migrantes que difícilmente se llevarán a cabo.