Las bibliotecas se llenan de estudiantes que buscan un espacio donde refugiarse en libros y apuntes. Hay nervios y tensión en el ambiente. Son los días previos a la selectividad, esos exámenes donde tantos jóvenes se juegan su futuro. Siempre he pensado que nos obligan a escoger demasiado pronto. En tercero de ESO ya tienes que escoger el tipo de Matemáticas que vas a cursar. En el Bachillerato, los caminos se concentran y concretan. Toca hacer elecciones importantes. Está claro que elegir es un acto de libertad. Sin embargo, cada elección que hacemos en nuestra vida nos obliga a dejar muchas opciones de lado. Al optar por un camino, eliminamos automáticamente los infinitos caminos que podríamos recorrer. Ejercer la libertad tiene un precio: cada ganancia implica diferentes renuncias. Quizás deberíamos tener cierto grado de madurez para inclinarnos por una opción que nos marcará para siempre.
Calma
Palma31/05/21 4:01
También en Opinión
- ¿Por qué aumentan los casos de cáncer?
- Complejo traslado de un recién nacido con problemas respiratorios a Vall d’Ebrón
- Una muchedumbre golpea a un vigilante de Son Espases e intenta agredir a los médicos por la muerte de un bebé
- Aparcar dónde y cómo sea: el coche que ha causado sensación en Bunyola
- Contramanifestación encubierta: Pegatinas a favor de los turistas sobre los carteles contra la masificación
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
El problema és que com tenim monocultiu turístic, molts d'aquests estudiants brillants acabaran de cambrers a un tot inclòs. És qüestió política canviar, el problema és que els politics són hotelers i els hotelers són els politics