La nueva era Post COVID ha comenzado. Todos los estudios y estadistas prometen una pronta recuperación y un despegue económico. Por ello, muchos países están moviendo sus fichas para encarar esta nueva fase. Mientras tanto, el tablero de ajedrez mundial está buscando espacios, obteniendo ventajas estratégicas en posiciones adelantadas: el que se mueva primero, ¡conquistara!
El mes pasado Joe Biden dictó una orden ejecutiva para prohibir decenas de inversiones en campos de tecnología y defensa chinos. Esta orden ejecutiva entrará en vigor el 2 de agosto y afectará a más de cincuenta empresas. Siguiendo con el foco en china, en la cumbre de G7, Joe Bien propuso un nuevo plan a Europa para contrarrestar el efecto expansionista chino, un plan llamado ‘Build Back Better For The World'. Es un plan de reconstrucción que pretende levantar grandes proyectos de infraestructuras, y con ello superar el sueño chino de ‘One Belt, One Road', la rebautizada ruta de seda.
Esta semana, se celebró la tercera reunión por video conferencia entre Merkel y Macron , de un lado, y Xi Jinping del otro lado de la pantalla. El encuentro, que no tuvo mucho impacto mediático, pretendía allanar el camino hacia una agenda de cooperación sin obviar las cuestiones que les separan. En primer lugar, las acusaciones a Pekín, por parte de EEUU y la UE, por el mal trato a la minoría musulmana de Uigur en la provincia china de Xinjiang. Estas acusaciones directas han tenido poca insistencia por parte de la Unión Europea representada por el eje franco-alemán; en cambio una propuesta expansionista de China, sí que obtuvo relevancia y mucha importancia. Lo que propuso el presidente Xi fue crear una plataforma a cuatro bandas: África, China, Francia, Alemania. Esta proposición pretende desarrollar el continente africano, un hecho que nos recuerda la conferencia de Berlín de 1884-1885 para el reparto de las colonias africanas entre las potencias europeas. La propuesta de Xi Jinping , gustó a Emmanuel Macron que propuso también la condonación de parte de la deuda de países africanos; por otro lado, Angela Merkel la considera una propuesta digna de estudio.
En Europa, estamos acostumbrados al ajedrez origen asiático, un juego de inteligencia que enseña el centro de la gravedad, el punto decisivo y termina con la victoria total jaque-mate. En cambio, china es más aficionada al weiqi un juego que lleva implícita la idea de cerco estratégico; es un juego que se basa en ocupar espacios. Es el arte de rodeo estratégico. Europa debe encontrar su espacio y evitar un alineamiento con Estados Unidos o China. Retos globales como el cambio climático, la COVID-19 o la crisis migratoria deben fortalecer la soberanía europea en este nuevo tablero internacional.
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