Estamos ya en período preelectoral. Es pronto, a tenor de los calendarios que se presentan, pero las declaraciones que se van conociendo conducen a diferentes propuestas. Una que es recurrente es la promesa de reducción de la presión fiscal. Bajar los impuestos es una de las ofertas populistas reiteradas en período electoral; suele ir emparejada a la promesa de que, en paralelo, no se va a recortar el gasto social público. Los proponentes fían todo al crecimiento económico, es decir, a su mantenimiento casi inalterable, ajeno a los ciclos, de forma que esto constituiría el principal estímulo para obtener los recursos necesarios. Bajar los impuestos se ha convertido en un mantra para las fuerzas políticas, incluidas las de izquierdas.
Bajar impuestos: prometer para incumplir
Palma30/01/22 3:59
También en Opinión
- Jaque a la okupación de viviendas: los desahucios pasarán de ejecutarse en años a semanas
- La nueva (y molesta) moda que se extiende por Mallorca
- Bombogénesis: ¿qué es y cómo afectará a Mallorca?
- El profesor condenado por acoso se reincorpora y los padres de los alumnos estallan: «Pone en riesgo a nuestros hijos»
- Los okupas detenidos en Palma intentaron tirar por la ventana a los amigos de la dueña del piso
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Este sr. no recuerda lo pésimo consejero de economía que fue? Que viene aquí a opinar?
No entiendo el por qué cuando nos equiparan con Europa no lo hacen en todos los sentidos. Dice que en España la presión fiscal se encuentra varios puntos por debajo de la media europea... Pero ¿y los salarios en España, a cuántos puntos están por debajo de la media europea? El preferible que nos quiten un 30 % de 3.000 que no un 15 % de 1.000. Por otro lado, es preferible tener a 5 trabajadores cotizando 100 euros que uno solo cotizando 500 euros y 4 parados. Cuando una empresa quiere aumentar las ventas: o baja precios o aumenta la calidad. Si aumenta precios y encima baja la calidad entonces es la ruina. Esto último es lo que nos sucede a nosotros y por ello que vamos a la cola de Europa en lo bueno y a la cabeza en lo malo.