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Ya tenemos campeón de la Liga Santander de fútbol. No se lo creerán, pero la ha ganado el Real Madrid. Es algo que los mercados venían descontando desde que se supo que el Fútbol Club Barcelona, su único rival posible, estaba al borde de la quiebra técnica.

No sé de fútbol, pero no hace falta saber de fútbol para llegar a según qué conclusiones. Desde aquellos lejanos años en que la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao eran capaces de entonar el alirón, casi el 90 % de las ligas las han ganado el Madrid o el Barcelona. Saquen de esta ecuación al Atlético de Madrid, el Valencia y el Dépor, y la tiranía es absoluta, una especie de autocracia bicéfala.

Entonces, ¿por qué no salta por los aires el sistema? Porque en España, salvo unos pocos románticos, todo el mundo es del Madrid o del Barcelona. Eso sí, para que el sistema aguante, ambos clubes deben estar bien. Sin competencia, no hay crecimiento, o eso dicen. Campeonatos así son el abono perfecto para la Superliga de Florentino.