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Amables lectores, este artículo de hoy va sobre el agradecimiento. Yo entiendo que en nuestra sociedad, en nuestro país, cada uno con sus circunstancias personales, hay mucha gente con quejas (constantes) sobre diferentes aspectos de la vida actual. Yo entiendo que haya mucha gente que se queje, por ejemplo, de la corrupción que hay en los partidos políticos. Es un tema candente que desde la prensa se suele explotar bastante. Entiendo que la gente se queje sobre el funcionamiento de la Seguridad Social, sobre las dificultades de encontrar empleo, sobre las decisiones sanitarias para parar la pandemia de la COVID, sobre la guerra que inició Rusia contra Ucrania y sus consecuencias sobre la vida en el mundo occidental, sobre el narcotráfico... Yo entiendo que, para quejarnos, siempre vamos a encontrar algo contra lo que descargar ira y palabras malsonantes, y también vamos a encontrar gente con la que avivar ese fuego interno, de malestar y rabia.

Yo puedo entender todo eso. Pero también me veo en la necesidad de hacer, por otro lado, una reflexión paralela, que es una reflexión de agradecimiento. A todas las quejas que tengamos siempre podemos darle, como se dice, la vuelta a la tortilla. Veamos. Por ejemplo, la Seguridad Social es un sistema imperfecto que se puede mejorar (y siempre debemos desear eso y luchar por ello), pero hay que agradecer que tengamos un sistema de Seguridad Social (y de los que funcionan mejor en el mundo) que muchísimos países no tienen. Otro ejemplo. La gestión política no es perfecta, y lo sabemos. Es objeto de nuestras constantes críticas diarias. Y debemos desear y luchar porque mejore, en calidad, efectividad y transparencia. Pero, ¿qué duda cabe?, podemos estar agradecidos de vivir en una democracia (aunque sea imperfecta) porque de lo contrario tenemos una dictadura. Y en las dictaduras hay un líder que se atribuye todos los poderes y puede hacer lo que se le antoje con la vida de cada ciudadano sin estar sujeto a ninguna norma ni ley. Podemos agradecer tantas cosas, que no me caben en este artículo... Podemos agradecer que tenemos la vida, las cosas buenas del país donde vivimos, las libertades que costaron tanto conseguir, el acceso a la educación...