Arribaren a la costa d'aquella illa amb una barqueta mig foradada que feia aigües per tot arreu. Eren dos fugitius de l'est de la Mediterrània, un home i un dona, ella molt més jove que ell. Estava embarassada de moltes setmanes. Es notava de lluny que aviat donaria a llum. Ningú no els esperava a la platja, i això que la platja era plena de gent que gairebé anava totalment nua. Sort tingueren de no anar a parar a les roques i xocar contra el penya-segat. «On m'has portat, Josep?», exclamà la dona. «Vaig a veure on podem menjar un poc i quedar-nos-hi a dormir». Josep es va obrir camí entre aquella multitud fins arribar a les cases. Tot era ple de gratacels, de grans edificis, d'hotels i de cotxes que omplien les carreteres. Li costava avançar. Va entrar en un d'aquells blocs d'habitatges i demanà si els podien acollir. Digué que eren una parella, home i dona, i que ella era a punt de parir. La negativa va ser absoluta. No hi havia lloc enlloc. No hi havia cap habitació buida. Tots els hotels i totes les cases estaven ocupades. Ell va insistir per tot arreu, però ningú no el va deixar entrar. Tot complet.
Deu milions de colzes (conte de Nadal)
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25/12/22 0:29
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4 comentarios
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Sólo decirle que si se hubiesen presentado en una comisaría de policía a punto de dar a luz se les habría ayudado a ello, llevándolos a un hospital o allí mismo, luego ese niño habría obtenido la nacionalidad de ese país, seguramente habrían dado pena a los gobernantes de turno y les habrían ofrecido residencia y paguita de por vida. Ve, así tenemos un final feliz. Por cierto, no nos debemos olvidar que llegaron a ese sitio de luz, bondad y regalos para los visitantes quiados por una estrella llamada "móvil de última generación", estrella que puntualmente les tenía bien informados de donde ir y de donde se daban las condiciones más ventajosas para los "nouvinguts".
Este Sr. es como el vino que con el tiempo va mejorando con el debido reposo. Pero si se agita, remueve y airea se vuelve vinagre. O es que las fiestas y las "herbes" le han dado nostalgia de sus años de creyente.
De verdad cree esto posible? Hay mucha gente solidaria, "hasta forastera", un gran hospital con gente que primero trata la urgencia y después pide papeles y si no pueden pagar la asistencia, la pagamos entre todos, nuestar sanidad pública, creo que somos mucho mejor y con más corazón que su descripción.
Le están sentando a usted muy mal las fiestas.