El nacionalismo es un género literario de ficción, naturalmente sensacionalista, y de ahí que casi todos los relatos políticos de actualidad, hablen de lo que hablen, son sensacionalismo nacionalista. O viceversa, nacionalismo sensacionalista. Es igual, el orden no altera el producto. Habrán notado que es indiferente lo que diga o haga el Gobierno, porque desde el momento que negocia con nacionalistas vascos y catalanes, es ilegítimo, felón y calamitoso. Al nacionalismo español, uno de los más sensacionalistas de España, le trae sin cuidado si se debaten asuntos sanitarios, económicos, judiciales o de género; siempre y en cualquier caso, replicará que con alguien que mantiene tratos con ERC y Bildu no se puede ni discutir, y sólo cabe aniquilarlo, toda vez que su mera existencia nos aboca al caos y la inmoralidad. Años y años dura ya este relato sensacionalista, y no hace falta cambiarle ni una coma, pase lo que pase, porque funciona incluso en versiones resumidas y casi telegráficas. Si se habla de inflación, la respuesta es ERC; si de crisis energética, también. Y si se trata de economía, no es preciso insistir en el repetido cuento sensacionalista y tremendista de cómo el Gobierno nos lleva a la ruina y la bancarrota; basta mascullar ‘Bildu' y se entiende todo. Es decir, se sobreentiende. La furibunda portavoz Cuca Gamarra, a veces no necesita ni eso, porque con dos miradas despiadadas desde la tribuna de oradores (Bildu, Bildu), lo arregla todo como Doc Holliday en OK Corral. Así hace oposición cualquiera; está tirado. Por supuesto, también los nefastos socios de legislatura, que según el PP sostienen al Gobierno y le dan órdenes, usan su propio nacionalismo sensacionalista para oponerse al mismo, bien que de refilón. De soslayo, de pasada, a toro pasado y haciendo posturas. ¿Existe nacionalismo no sensacionalista? No, imposible. ¿Y existen relatos no nacionalistas? Difícil, muy difícil, considerando que hasta los de amores trágicos lo son de refilón, como Tristán e Isolda, y no hay nada más alemán que la epopeya de Sigfrido y Brunilda. Lo mires como lo mires, el nacionalismo es el género literario por excelencia, la madre de todos los corderos. Pues eso.
Sensacionalismo nacionalista
05/01/23 0:29
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4 comentarios
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Por esto los NACIONALISTAS VASCOS Y CATALANES se están HACIENDO DE ORO A COSTA DE LOS DEMÁS.... Buenos chicos y sobre todo PACIFICOS;LEALES Y SOLIDARIOS...
Bon article. El nacionalisme espanyol és el pitjor perquè no sap que és nacionalista. Quan mostren catalanofòbia o quan diven que Bildu és eta fomenten la ruptura d'Espanya. Ningú vol estar a un estat que té fòbia a la teva cultura
Más vale tener a los nacionalistas-separatistas en el Parlamento y moviéndose dentro de la Constitución, que con algaradas en las calles y lo que es peor, apoyando grupos terroristas. Mejor la palabra y los acuerdos que otras armas que en otro tiempo conocimos por desgracia. Pero para el PP solo le va bien lo de cuanto peor, mejor.
Curioso artículo. Usted habla poco de política. Le animo también a tratar el "España nos roba" (en catalán) o "España es un Estado torturador" (en euskera). Acción... reacción.