Antes de que la Biblia popularizase el Apocalipsis, ya había gente muy apocalíptica que profetizaba el fin del mundo con sólo observar el cielo nublado, y si entonces por casualidad se le moría una cabra, o su mujer se largaba con otro, eso quería decir que el final de los días ya era inminente. Sin duda existe una peculiaridad evolutiva en nuestros cerebros que nos hace muy propensos a las ideas y expresiones apocalípticas, y no hace falta gran cosa para que ese resorte se dispare, y acumulemos apocalipsis con avaricia, como si fuesen vituallas, porque ya no nos basta con uno. En la actualidad, y puesto que son acumulativos y algunos se remontan a milenios, tenemos apocalipsis de todo tipo, superpuestos como estratos pétreos sobre la conciencia, y según su cercanía, se clasifican en futuros, próximos o inmediatos, aunque según los patriotas españoles de derechas, el apocalipsis ya sucedió y está sucediendo hace años, y es el Gobierno.
Apocalipsis en grumo
Palma26/01/23 0:29
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