Llevamos semanas enlazando fiestas y festivos que acaban con Sant Sebastià. Debo confesar, serán las raíces pobleres, que soy más devoto de Sant Antoni que es la que para mí cierra este largo período festivo. No hay un Sant Antoni mejor que otro, cada uno de nosotros tiene el de su pueblo o aquel donde se siente más vinculado. Es, sin duda, la celebración más intensa de Mallorca pues se extiende de norte a sur y se asienta en rituales ancestrales que mantenemos. Esta ha sido y es una de las cuestiones que han suscitado cierta polémica: el contenido y los destinatarios de la celebración. No podemos dudar que todo muta y se adapta pero que debería sustentarse sobre lo que siempre ha caracterizado a la fiesta. Lo basilar e inmutable es algo que nos debería preocupar y no solo en cuanto a folclore (que también nos demuestra que hay cosas que son innegociables e inamovibles).
El sentido de las tradiciones
Palma26/01/23 0:29
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