A veces, para estar informada y entretenerme un rato, exploro las agencias inmobiliarias de distintos países europeos. Es un buen método para hacerse una idea de cuál es el nivel de vida de nuestros vecinos. Aquí nos asustamos por el precio de la vivienda –en venta y en alquiler– y lo que pasa es que eso sigue su curso de aproximación a la media europea mientras los salarios, la formación y otros factores permanecen anclados en el pasado. Y el problema creo que es ese: que no salimos adelante, no evolucionamos, nos hemos quedado estancados en el nivel de hace dos décadas, o más. Somos más ignorantes, más pobres, estamos más condenados a la emigración que gran parte del área desarrollada de Europa. Igual que antes. Igual que siempre. Por eso no me sorprende el titular que dice que «los extranjeros compraron más viviendas que nunca en 2022». Y no porque los extranjeros –ojo, solo los del norte, los que manejan pasta– sean demonios colonizadores que quieren quitarnos lo que es nuestro, sino porque los españoles –y no digamos los extranjeros de países más pobres– no podemos permitírnoslo.
Extranjeros
Palma20/02/23 0:29
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Los únicos extranjeros en Mallorca somos los mallorquines, que somos los últimos para todo.