El mundo está literalmente abarrotado de problemas sin ninguna solución, ya políticos, filosóficos, económicos o de alcoba. Y puesto que las cuestiones irresolubles se multiplican cuando las miras de cerca, en España este tipo de estropicios sin remedio es mayor. Entre el Gobierno y la oposición, los patrones y los asalariados, el Gobierno y el Gobierno, los nacionalistas españoles y los periféricos. Y eso sin contar los problemas de identidad, género y poder adquisitivo, irresolubles de por sí. Se dice que algo no tiene remedio cuando es del todo imposible remediarlo, pero por fortuna sólo la muerte es irremediable, y para eso está la religión. Para remediar lo irremediable. Lo que quiere decir que, sin necesidad de ir tan lejos, existe un modo clásico de resolver lo irresoluble. ¿Cómo? Por partes, paso a paso. Primero hay que complicarlo más, hasta que ya no se sepa exactamente qué es lo que queríamos resolver. Y luego hay que echarle mucha literatura, páginas y páginas, cientos de páginas. Precisiones, excepciones, divagaciones, ficciones, especificaciones, suposiciones, etc. Se entenderá mejor con un ejemplo de actualidad.
Cómo resolver lo irresoluble
Palma08/03/23 0:29
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