Desde la noche de los tiempos, a la gente le encantan los colgajos, y llenar los espacios públicos y privados, así como el propio cuerpo, con cosas que cuelgan, preferentemente de tipo textil. En ocasiones ondean, se agitan y se retuercen a merced de la más leve brisa. No hablamos ahora de ahorcados, otra prueba de lo mucho que nos gusta colgar cosas, y que la gran Billie Holiday cantaba en Strange Fruit tras colgarse una magnolia de la oreja. Ni siquiera de vestimentas y complementos colgantes, sean togas, sotanas, cíngulos, pañoletas o corbatas, sin mencionar los numerosos tipos de colgantes para engalanar cuerpos, estancias o edificios. Hablamos de cortinas. De cortinas, visillos, cortinajes, banderolas, telones, tapices, etc. Las cortinas son la cosa más inquietante y desagradable que puede haber en una casa, incluso si también hay allí cadáveres en los armarios.
Cortinas
Palma15/05/23 0:29
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