Ha sido un placer coordinar la jornada Turismo y economía ante moratorias y prohibiciones basada en un sólido análisis técnico-académico y que acabó con un debate político puesto que es imposible desligar la política de las medidas económicas y directrices normativas. Aprovecho, pues, para compartir algunas notas que permitan aproximarse a unas prohibiciones que adoptan nombres diversos y pueden ser más o menos necesarias o justificadas. No ayuda a la toma de decisiones un contexto de turismofobia, políticos de Madrid que nos citan como colonia turística o estar influenciados por un síndrome de Estocolmo turístico. Decisiones políticas que abordan un miedo real y potencial de daños irreparables a unas islas de territorio y crecimiento limitado. Es imprescindible reflexionar sobre una intensa actuación de la Administración, tanto que el profesor Petitbó advirtió la semana pasada que hay más intervencionismo que competencia; porque el mercado también es un bien a preservar aunque la palabra liberal se utilice actualmente como reproche. Medidas contra el mercado pueden perjudicar a consumidores y también a sus operadores además de frenar la economía y frustrar proyectos e inversiones, condicionando la solvencia de algunos empresarios que se han visto afectados por las moratorias.
El coste de las prohibiciones
18/05/23 0:29
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