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Ala presidenta del Govern, Francina Armengol, le parece mal hablar del tema de la okupación. Se pone muy nerviosa. Dice que se hace mucha demagogia y que se dicen muchas mentiras con este asunto porque «la ley es muy clara y cuando hay una okupación actúa la Policía o la Justicia». En lo que llevamos del año ha habido 100 okupaciones en Balears. Parece que decir que se trata de un problema real no es hacer mucha demagogia porque 100 okupaciones parecen una cifra relevante, aunque el Govern no tenga competencias para poder actuar. Eso es totalmente cierto y no hay nada que decir. Pero como presidenta de Balears, de todos nosotros al menos hasta dentro de un mes y medio, debería preocuparle el tema. Y debería saber que hasta la decana de los jueces de Palma, la magistrada Sonia Vidal, declaraba a mallorcadiario.com hace dos meses que «lo de las 48 horas como máximo para echar un okupa es un bulo». Lo dice una jueza, no un estudiante de periodismo ni un político de la oposición. Vidal declaraba lo siguiente sobre las 48 horas: «Eso es un bulo, no hay normativa legal que hable de 48, 24 o 72 horas. Entiendo que algunas resoluciones judiciales han podido inducir a error, dada la maraña jurídica existente, pero reitero que no hay norma legal que hable de 24, 48 o 72 horas. La morada es morada y ese plazo va en contra del sentido común».

Debería entender Armengol que a las personas que se van de vacaciones o que no residen todos los días del año en una segunda residencia es un asunto que les preocupa bastante. Encontrarse a alguien en una vivienda propia, y además tener que pagarle la luz o el agua para que no te acusen de acoso, no es un asunto demasiado lógico en pleno siglo XXI y se están tomando muy pocas medidas legales al respecto. Pero sobre todo debería preocuparle porque también el Ibavi, empresa pública del Govern, sufre okupaciones y, según una última sentencia, no actúa con excesiva diligencia.

Yo soy partidario de hablar de todos los temas que se comentan en la calle. Y la okupación es uno de ellos y la campaña electoral es un buen momento para hacerlo. Recuerdo cuando Armengol estaba en la oposición y uno de sus frentes políticos fue el de los niños desnutridos que había en Balears por culpa de los recortes de Bauzá. Yo le puedo asegurar a la presidenta que nunca nadie me comentó nada al respecto. Ni una sola persona. Pero ella dedicó días y días a esta cuestión para erosionar al Govern de aquel momento. Yo le propongo una cosa a la presidenta cuando aún falta una semana exacta de campaña electoral. Hablemos del ‘caso Puertos', aunque me temo que si le preguntase en una de sus comparecencias públicas también acabaría riñiéndome y diciendo que hago demagogia. Como al estudiante de periodismo.