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Alba Flores, nieta de Lola Flores, es una actriz de éxito, activista vegetariana, que comenzó a investigar sobre la industria de la ganadería, y llegó a la conclusión de que «los sucios mercados de carne, las granjas industriales y los mataderos repletos de animales enfermos y estresados son un caldo de cultivo para las enfermedades zoonóticas», según sus palabras, así como que «la industria de la ganadería suponía un problema muy grave para el planeta».

De sus alarmantes investigaciones no ha aparecido ningún libro, ni parecen haber repercutido ni en España, ni en el mundo, pero su afán investigador no cesa, y parece que ha descubierto que Federico García Lorca va a ser censurado en breve, según avisó en su pregón en vísperas del Día del Orgullo Gay. A mí esto me ha sorprendido. Lo de la aversión al consumo de animales, no, porque yo no he investigado tanto como la exitosa actriz, pero cuando estudiaba el bachillerato me informé que, en la última glaciación -ocurrida hace 45.000 años- la especie humana no desapareció, gracias a que se alimentaba de carne de grandes roedores, porque -como todo el mundo sabe, puede que incluso la exitosa actriz- en los periodos glaciares no crecen vegetales, y una de dos: o comes carne de animales terrestres y acuáticos o te mueres de inanición.

Lo que sí me ha extrañado ha sido lo del anuncio de la censura a Lorca, porque precisamente este poeta y dramaturgo apenas fue censurado en este país. La exitosa actriz nació ya en plena democracia, pero los que vivimos en la dictadura recordamos censuras a Ionesco, a Bertolt Brecht.. ¡incluso a Valle Inclán! Se censuraron los libros de Pío Baroja, Unamuno, Miguel Hernández, Antonio Machado, puede que se prohibiera alguna representación de ‘Bodas de sangre', pero la dictadura fue mucho más benevolente con García Lorca que con Leopoldo Alas, ‘Clarín'.