Volvió a ocurrir. Ya nos pasó el verano pasado. Aunque me dolió, intenté vivirlo como una anécdota aislada. Esta vez es distinto, porque cuando una situación se repite, cuando le sucede dos veces a una misma persona, ya no puede considerarse una rareza, sino una realidad.
Me explico: mi hija adolescente hacía cola para coger un taxi en una parada del centro de Palma. En estos últimos veranos, hemos tenido que acostumbrarnos a la escasez de taxis, a las colas larguísimas en las paradas bajo un sol intenso, e incluso a la mala educación de algunos taxistas.
Quiero que quede claro que he dicho ‘algunos', puesto que siempre he tenido buenos amigos taxistas, que son muy buenos profesionales. Sin embargo, tristemente, el comportamiento de unos pocos da una muy mala imagen de todos los demás.
Continúo: mi hija esperó paciente hasta que le tocó el turno, entonces se subió al taxi y dio la dirección de casa (el trayecto era de unos diez euros aproximadamente). Acababa de ponerse el cinturón de seguridad, cuando el taxista le dijo con contundencia que se bajase del taxi. Al preguntarle ella la razón, señaló a unos turistas que iban justo detrás en el turno. Los turistas llevaban maletas y ensaimadas, signo de que estaban de regreso.
El taxista argumentó que tenía que ocuparse de los turistas porque si iban al aeropuerto, podían perder el avión. Mi hija le contestó que nadie iba a perder nada, que era su turno, y llevaba mucho rato esperando. El taxista se decidió a hablarle claro: iba a echarla de su taxi porque la carrera de los turistas le daría más dinero. Y la obligó a bajarse de malos modos.
Estoy harta de esos abusos de poder. Estoy harta de que haya taxistas que maltratan a los mallorquines y pasan de largo cuando les piden que se paren. Estoy harta de que mi hija se vea obligada a bajar del taxi porque es muy joven, no monta escándalos, y es una mallorquina bien educada. Estoy harta de estos veranos desastrosos, que ahora empiezan en abril y acaban en noviembre, en que algunos taxistas demuestran claramente su poca calidad humana.
11 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
AngelcaídoNo se equivoque de usted solo quiero desmentir sus bulos, para obsesión la suya con Sánchez, no hay comentario en el que no le mencione 🤣🤣🤣
Claudio RanieriPara OBSESIONES LA QUE TIENE USTED CONMIGO…. 😂😂😂😂
Esto es cuestión de suerte, hay taxistas que son unos impresentables y otros que son encantadores. Este caso se debería denunciar a las autoridades competentes y se debería pedir responsabilidades. No puede ser que sin un motivo justificable se nieguen a realizar un viaje por muy corto que sea.
AngelcaídoNo hable de obsesiones, que la suya con Sanchez no tiene nombre.
Claudio RanieriDe verdad? Pues yo lo veo MUY PERSONAL... Pero en fin comente el artículo y quítese esta obsesión ENFERMIZA conmigo.
AngelcaídoNo se entera de nada, verdad? No es una cuestion personal, es una cuestion que nos ha pasado a muchos residentes, Hablamos de un gremio que nos ha menospreciado y lo sigue haciendo durante la temporada turistica.
Ya lo dijo una célebre modista, "si quieres perder glamour, súbete a un taxi".
Si usted denuncia de manera pública la conducta de un taxista, ponga el número de taxi y ejerza de verdad una queja oficial.
Muchísimas gracias María de la Pau de corazón, esta es la realidad, todo el que ha tenido la necesidad de uso del servicio público del taxi conoce como se las gastan. Gracias nuevamente.
Lo que yo haría en este caso es coger el número de taxi y denunciarlo sin ningún tapujo. A su vez intentaría grabar la conversación con el taxista cada vez que me suba a un taxi. Es de vergüenza los privilegios que tiene este gremio.